miércoles, 25 de abril de 2007

Pro Aborto

En la secundaria uno de los insultos más recurrentes entre los chavitos malaonda es decirle a alguien “eres un aborto de...”. A esa edad no se sabe del todo bien qué demonios es un aborto, nomás se oye feo, y cuando el significado de la palabra se descubre, se pone más pior. Porque abortar es básicamente evitar que un ser humano nazca, matarlo.

En México la práctica de este procedimiento quirúrgico era permitido sólo si el feto presenta malformaciones o es producto de una violación, lo que dejaba a los y las irresponsables calenturientos en la clandestinidad, es de esta forma que miles de adolescentes al año practicaban abortos secretos, en condiciones no aptas para la intervención médica, lo que derivaba en algunos casos en la muerte de las madres... todo por calientes.

Como la gente sigue cogiendo irresponsablemente, unos diputados se pudieron a legislar sobre despenalizar esta prácticas para proteger la salud de esas personas, para que pudieran ir a una clínica y “quitarse de problemas” sin riesgo alguno. Lo cual se ha convertido en un verdadero desmadre. Unos que sí, que es por su bien, otros que nel, que diosito dice que nel, que es asesinato.

De cualquier manera ya se la pelaron, los diputados ya votaron que sí. Es totalmente legal “interrumpir el embarazo” antes de las 12 semanas de gestación, una vez concluido este lapso temporal va a haber pedos.

Y que bueno la verdad. La Dra. Rossana Fuentes Berain, mi exjefa en el periódico El Universal (ahora estoy en Milenio y no por gusto) escribió alguna vez que en el gabacho hay un estudio muy fregón sobre cómo el aborto ha ayudado a la sociedad, se llamaba freakonomics o alguna madre así. El chiste es que esos niños no deseados seguramente se van a convertir en unas pinches lacras.

Así pues, el güey que anda limpiando parabrisas, el chavito que vende chicles en la gasolinera, el mochaorejas, la chava con tres hijos en la escalera del metro con la mano extendida, el cabrón que va corriendo por ahí con la bolsa de una señora, el que lleva los tapones, la porostituta en la meche y Andrés Manuel López Obrador, todos ellos fueron hijos no deseados, que gracias a su anterior tipificación como delito, ahora andan haciendo daño al mundo.

Muchos de los habitantes de este mundo ha venido a él por puras pendejadas, y el amor tampoco es un buen justificante... arriba el calentamiento global.

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