miércoles, 4 de abril de 2007

Bitácora de un naco en París V

Bien pedo en París I

Hay un lugar, o una zona cerca del Chateau Las Halles ("chatele leal" pronuncian los mamones franceses) que se llama "el barrio latino" que es donde está el ambiente nocturno y el desmadre. Pus' ahí voy yo y mis cuates españoles pa' allá, gracias a mi instinto de orientación y a que soy el único pendejo que habla inglés de ellos es como dimos con esa madre.

Ya ahí cené en un restorán griego muy pintoresco. Una brocheta de un chingo de carnes para atascados y hambreados, con un vino francés y luego otro griego cortesía de la casa, que dicen que el griego es el que peor sabe pero el que más pedo te pone... y sí. Ya al salir traía ojitos de huevo cocido.

Para acabarla de amolar buscámos un lugar acá, con ambiente y todo eso, pus así fue como entré a un lugar que me llamó poderosamente la atención porque tenía sostenes colgados del techo, pero no dos ni tres... como mil. Adentro fue cuando ya me apaniqué porque los meseros nomás andaban en chorcitos, había pura vieja y mucho ambiente. ¡En la madre! pensé, me metí a un tugurio medio puñal o un bar pa' viejas, pero bueno ya estaba ahí.

Y ya medio pedo y extrañando a mi México mi México, que me pido un shot de tequila, y que me lo train', y que me lo chingo, y que me train' otro, y que me lo chingo también, y otro, y otro. Ya en ambiente que me paro y saco a bailar a unas morras ¡yo, sí yo! Y para acabarla de chingar el güey de la tornamesa que suelta la gasolina ¡no mames! y yo acá bailando a las pinches francesas con movimientos sexuales, y lo extraño es que ellas también me las estaban dando, igual o segúramente estaban más pedas que yo.

Total caun' que luego soltaron esa de "dile que bailando te conocí, cuéntale" y yo en el desmadre, bailando como con tres nalgonas a la vez, y con unos movimientos que ni resortes en sus buenos tiempos, chupando tequila como enfermo.

Ahí es cuando caí en cuenta que eso que estaba haciendo era lo mismo a lo que yo he rehusado toda mi vida en México... nomás que estaba en París y ni pedo. Fui hasta allá para chupar tequila y bailar. Me sentí miserable y mejor me pelé de ahí antes de ligarme a una vieja y amanecer con una nalgona afrancesada en mi cuarto... la decadencia la decadencia.

De regreso al hotel (me lo dijeron la mañana siguiente) quesque un skinhead se me quedó viendo, que de venir ese güey con más cabrones me la hubieran hecho de pedo. Pero gracias a Dios no fue así... yo y mi cara de artesanía oaxaqueña.

Cerca del hotel, me encontré a dos ingleses que también venían de la peda. Para esto ya eran como las tres de la madrugada. Ellos me dijeron que había un lugar más chido, y que nos iban a llevar. Ahí se armó la peda de la siguiente noche.

Por lo demás, de cómo llegué al hotel, de cómo encontré mi cuarto, y cómo me puse la pijama, no me acuerdo.

Arrevoir banda

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