lunes, 28 de febrero de 2011

¿Está usted pedo?

Un cabrón sucio que mascaba chicle como tortillera ansiosa en ácidos, chaparro, pelón y enfundado en un overol manchado de grasa con un hoyo en la nalga izquierda, me bajó 2 mil varos de un solo madrazo nomás por cambiarle las balatas delanteras a mi coche, aprovechando que yo ya andaba frenando como Pedro Picapiedra, sacando los talones por debajo.

Aunado al hecho de que tengo que desembolsar otras 3 mil lanas para pagar la tenencia, sin contar otros servicios como el teléfono y la luz, entre varias cuentas más, he comprobado que lo dicho en días pasados por el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, es una idiotez más grande que las chichis de Sabrina.

En realidad ya lo sabía, pero tenía que comprobar científicamente el hecho de que 6 mil pesos no alcanzan para nada, ni desayunando tortas de plátano con bonafinas de yogurt. Lo que me lleva a la siguiente duda existencial: ¿no se habrá equivocado Carmen Aristegui al señalar a Felipe Calderón y en realidad es Cordero Arroyo el bueno para el chupe extremo?

Y no puede haber censura ante esta pregunta porque ya saben lo que pasa con la banda cuando se alebresta, así que mejor conmino al gobierno federal a contestar derecho y sin rodeos: ¿el secretario de Hacienda acostumbra inhalar thinner o PVC?

¡Es pregunta!

viernes, 25 de febrero de 2011

Reynosa

Minuto de silencio en memoria de los militares caídos en el cumplimiento de su deber durante la lucha contra el narcotráfico en México, y yo desmadrugado, temblando de frío y con los mocos a flor de piel en una base del Ejército en Reynosa, Tamaulipas, en medio de un centenar de soldados armados hasta las nalgas y ante la plana mayor del Poder Ejecutivo nacional.

Entonces se me vino a la mente la siguiente interrogante: “¿y qué pasaría si ahorita grito: chinga tu puta madre Calderón?”

Era el momento de trascender como lo hizo la chava que la semana pasada le reprochó el tema de la Supervía Poniente a Marcelo Ebrard durante una entrega de reconocimientos, o como Santiago González Osorio, alias el Roñas, quien se hiciera famoso a finales de 2005 por ponerle cuernos al entonces presidente Vicente Fox.

Ya me estaba armando de valor, cuando agarré la onda de que a la primera sílaba emitida en voz alta se me iban a dejar venir por lo menos 30 perros vestidos de camuflaje verde a meterme unos patines en las costillas con sus botas de casquillo, para despertar horas después con un clarinete de la banda de guerra ensartado en la cola y tirado en el basurero municipal.

No lo hice por todo eso y porque le tengo respeto a la envestidura presidencial y a mi trabajo. Pero ese viaje relámpago también me hizo tomar conciencia de otra cosa muy importante: hace muchos años, cuando andaba en la fuente policiaca, uno de mis primeras experiencias como reportero fue cubrir una balacera entre narcotraficantes allá por Tlalpan. Al llegar al lugar de los chingadazos, le pregunté a un compañero que qué había pasado, a lo que éste me respondió que el zeta dos ya se había catorceado… ¡Futamadre!

O sea, ¡el zeta dos ya se catorceó! Lo que en lenguaje común y corriente quiere decir que se ya murió un güey que antes estaba herido. Ejemplo que sirve para demostrar perfectamente que a veces los periodistas se mimetizan con la fuente de su información. Así les pasa a los de la nota roja y así también ocurre con los de la Presidencia de la República, porque son igual de mamones que el mismísimo Felipe Calderón.

Se sienten hechos a mano los cabrones y caminan como si sus pedos no olieran, sólo porque también viajan en el avión presidencial, olvidando por un momento que mientras el preciso llega por las noches a dormir a Los Pinos en sábanas de seda, esos pobres tienen que irse en metro hasta Ecatepec a meterse a una vecindad culera, en un catre apestoso y con una vieja toda guanga... bueno, también Felipe.

A cualquier evento donde está el patrón, esos güeyes llegan partiendo plaza y barriendo a la banda con la mirada, como si fueran ellos parte del gabinete, sin saber que en realidad sólo son una bola de huelemoles ojetes y advenedizos.

¡Malditos!

jueves, 24 de febrero de 2011

¡Qué precioso gobierno!

No cabe duda que iniciar un texto con la frase “no cabe duda” es lo más gato del universo; es corriente, denota falta de imaginación, de vocabulario y hasta de madre. Los lugares comunes en un periódico deberían castigarse con una pena de 100 nalgadas con un nopal sin pelar y una tuna milpaneca enroscada por la cola.

En fin, una vez que dejé en claro mi inconformidad con el mundo, prosigo a lo siguiente: Todos los manifestantes en este país, desde los campesinos, los obreros, los estudiantes, los maestros y sobre todo los lopezobradoristas, son una bola de maricas y chillones. Se la pasan alegando una represión gubernamental, una falta de libertades y un autoritarismo derechista con presos políticos y esas jaladas, sin saber siquiera qué es eso.

Deberían voltear a ver lo chidas que se ponen las marchas en el medio oriente, en países como Libia, Egipto o Túnez, donde hay verdaderos dictadores ojetes que no se tocan el corazón para mandarlos a matar a todos por intentar marchar sobre Reforma.

Ya me imagino a los del SME siendo manguereados con chorros del agua desde unas tanquetas, o a los de la CNTE correteados por soldados con garrotes eléctricos y a los panchos villa guacareando verde por una dosis de gases lacrimógenos con chile habanero en los ojos.

¡Putitos!

viernes, 18 de febrero de 2011

Juay de rito

Hacía mucho tiempo que no veía el noticiero de Joaquín López Dóriga en la tele, y al parecer mucha gente también, porque el cagón que se aventó al preguntarle “juay de rito” a Anthony Hopkins para salir del paso ante una falla técnica fue comentado hasta un día después, cuando los videos ya estaba en youtube… y todavía nos seguimos riendo.

Ese inglés con cara de what (la simple referencia delata que ya estoy bien ruco) puso al tícher (pero no de idiomas) López Dóriga nuevamente en el mapa y le ha de haber dado un rating furioso el día posterior a su resbalón, tanto que hasta yo que a esa hora acostumbro ver las luchas gringas en calzones y con una caguama en la mano me puse a ver qué decía para disculparse.

Pero al ver el noticiero del dos durante casi una hora a las 11 de la noche el martes pasado, una imagen me perturbó muchísimo: ¿por qué Joaquín López Dóriga tiene un órgano sexual femenino en la garganta?

Es en serio, los pellejos que le cuelgan del cuello y se le meten parcialmente en el nudo de la corbata forman perfectamente una vagina en la garganta de López Dóriga. ¡Lo bueno que el señor ya no se deja la barba como en los setentas!

A todo esto y citando a ese gran filósofo del siglo XXI, Marco Antonio Solís, yo me pregunto ¿A dónde vamos a paraaaaar?

miércoles, 16 de febrero de 2011

Maldita suerte

A la persona que haya perdido 170 varos (tres de a cincuenta y uno de a veinte) en el cruce de Lamartine y Homero ayer por la tarde, siento mucho decirle que ya se la peló porque me los encontré tirados en el suelo y los gasté en unos tacos árabes con un chesco de manzana.

Podrán decir que es falta de cultura cívica el no haber buscado al dueño o dueña de ese dinero para devolvérselo, pero las posibilidades de hacerlo eran las mismas que tiene Andrés Manuel López Obrador de ser presidente (ójala y el destino no me calle la boca), así que mejor lo consideré un pago de la vida por la ensartada que me acababan de dar.

Minutos antes del afortunado hallazgo, una pinche chaparra con cara de sope me acababa de estafar cobrándome un jugo de naranja en 40 pesos, aprovechando que ando escupiendo los pulmones por la nariz, derivado de un catarro mutante que anda flotando por el aire reciclado de la redacción de éste, su informativo predilecto (ay qué pinche mamón).

Una vez que la juguera del local que está en frente del metro Polanco me extrajo el dinero del culo con un popote, Dios, que es grande y poderoso, me envió a algún distraído como pago del calvario que sufro por los mocos que me cuelgan de la nariz, haciendo que triplicara mi inversión para incrementar mi fe en él.

¡Amén!

martes, 15 de febrero de 2011

Amor barato

Nada expresa mejor un “te amo” que un globo morado en forma de estrella con “I Love U” impreso en letras blancas junto a un corazón rojo mal pintado, que por módicos 15 varos puedes adquirir en cualquier semáforo para llevar a cabo la conquista del ser amado. Regalo sólo superado por el típico oso de peluche blanco con textura imitación de sarna, cuyo mecanismo interno de fabricación china emite frases románticas al apretarlo, el cual le aflojaría los calzones hasta a Elba Esther Gordillo (si es que alguien se atreve).

El 14 de febrero, también llamado Día del Amor y la Amistad, es una fecha que más que conmemorar un sentimiento universal, representa un lapso de tolerancia para la cursilería y el mal gusto. Es la única ocasión del año en el que son bien recibidos aquellos detalles que en otro momento serían meritorios de una mentada de madre y un citatorio jurídico para iniciar un largo y tortuoso proceso de divorcio.

Sólo hoy, únicamente en el transcurso de las horas presentes, son bienvenidos los dulces rancios, las canciones empalagosas y las frases gastadas, exhibiendo así a quienes las usan y las celebran como una bola de nacos, quienes no han comprendido que el amor es algo intangible y, sobre todo, exento de conseguirse afuera del metro Taxqueña.

Por amor, Helena de Sparta y Paris de Troya desataron una guerra que culminó con la muerte de Brad Pitt, por amor John Lennon mandó al diablo a los Beatles y se fue con Yoko, por amor Popocatépetl se postró frente al cadáver de Iztaccíhuatl hasta convertirse en montaña, por amor el emperador Shah Jahan mandó a construir el Taj Mahal para su esposa Arjumand Bano Begum, y por amor he viajado en pesero desde Coacalco, Estado de México, hasta el centro de Tlahuac y de noche.

¿Qué tienen en común todos esos actos? ¡Que ninguno ocurrió un 14 de febrero! Es más, lejos de ser un día para festejar un supuesto amor, en un día ayer fusilaron a balazos a Vicente Guerrero, España e Inglaterra se agarraron a cañonazos y además es el día del telegrafista. O sea que en realidad todos aquellos que conmemoraron un supuesto día del Amor y la Amistad están equivocados.

Tengo el placer de afirmar que el amor no es de color rojo, no suena a Luis Miguel, no tiene forma de corazón, mucho menos se escucha por el 95.3 de FM, no vienen 24 por caja ni 100 por bolsita, no emite melodías cursis cuando lo apachurras, no se vende en los cruceros ni se adquiere en los Sanborns. El amor se siente, se vive, se demuestra, se goza, se comparte todos los días. Ame hoy, mañana, siempre. No sea naco.

¡Chá!

viernes, 11 de febrero de 2011

El tiro derecho

El poli si quitó el casco, tiró el escudo, se desprendió del arma que cargaba en el cinto y dijo “órale puto, va”, subiendo los puños a la altura de su rostro, con las piernas abiertas al adoptar la guardia zurda para cantarle el tiro derecho con lenguaje corporal a un ruco como de 50 años que llevaba una hora gritándole de groserías bien feas en la cara.

Se había armado la bronca frente a la Secretaría de Desarrollo Social, en pleno Reforma, entre un campesino de Morelos y un elemento del cuerpo de granaderos de la SSP-DF, quien ya no aguantó que el otro le pusiera una pancarta color chingamelarretina con consignas en la nariz y el calificativo de vendepatrias, decidiendo arreglar el histórico problema agrario mexicano a chingadazos.

Los otros uniformados le decían que no, que aguantara vara, que se podía meter en broncas, pero al tira le valió y se abalanzó contra el señor de los huaraches y el sombrero, recreando por un segundo la escena final de Rocky III en la que Apolo Creed y Rocky Balboa asestan un golpe en la quijada del otro al mismo tiempo.

¡Madres!, se armaron los cates en el semáforo y ahí se evidenció el grado de entrenamiento de nuestro heroico cuerpo de seguridad, quien al tirar el primer madrazo salió corriendo a esconderse en el Sanborns de enfrente.

¡Chá!

miércoles, 9 de febrero de 2011

Delicias culinarias

De los creadores de los sándwiches de doritos con jamón y los tacos de arroz con leche, además de otras obras maestras de la gastronomía como la torta de tamal de mole, que ya es un clásico de la cultura popular chilanga (porque en otros estados del país es vista con malos ojos por ser masa sobre masa), llega un nuevo platillo que será un agasajo entre la banda.

Un cabrón de esos, de al tiro jodido, de los que se duermen en la banqueta envuelto en periódicos viejos, que parecen diabéticos porque ni a chingadazos los despiertas, de los que no se limpian la cola cuando se zurran en una jardinera de la Alameda, de los que son expertos en sazonar con hambre sus sagrados alimentos, me dijo que cuando ande yo erizo, intente conseguir un bolillo y un plátano para hacerme una torta.

¡Torta de plátano!, se oye horrible pero qué creen… ¡sabe chido! No tanto como otras de mis invenciones como los Arrachera Flakes (con hartos caldohidratos) o los helados Nutrisa para crudos (con birria y chille en lugar de fruta y cereal), pero ya con hambre y en medio de una crisis por falta de proximidad de la quincena, equivalen a zamparse unos de suadero con longaniza.

Si no me creen, inténtenlo. El sabor y la textura son simplemente indescriptibles

¡Provechito!

viernes, 4 de febrero de 2011

Fuck Olallo Rubio

Intentar matar a alguien apuñalándolo con el popote de un refresco es un acto imposible, yo lo intenté conmigo mismo este fin de semana y no funcionó por más que traté, resignándome a vivir para terminar de ver Esto No Es Una Película en un cine de Reforma a medianoche, acto que es más tortuoso que una violación de Kalimba.

Al salir de la sala, tuve que meterme un cigarro prendido en la cola para recuperar la sensibilidad en el cuerpo, a manera de consuelo y en señal de luto por las miles de neuronas que se me habían muerto durante esas dos horas en las que un decadente Edward Furlong (el morrito de Terminator 2) dialoga con sus múltiples personalidades en una habitación de hotel de Las Vegas, 48 horas antes del fin del mundo.

Por si fuera poco haber contribuido a la violencia que hay en este país, Olallo Rubio, el legendario locutor de Radioactivo (ahí sí me caía bien), vuelve con su discurso altermundista, izquierdoso-casi-fascista-contra-yanqui-decadente, que increíblemente no acabó de desarrollar y metérnoslo por las córneas en su anterior bodrio ¿Y ú cuánto cuestas?, que sólo provocará que algunos de sus pedorros fans venga a Polanco en Ejército Nacional 436, cuarto piso, a partirme la madre por estas líneas que escribí.

Los estoy esperando… ¡Putos!

Pasaron los días, me metí de todo, hasta unos baños de agua fría con friegas de piedra pómez, intenté con terapeutas y limpias de las que hacen los disque aztecas en el zócalo, hipnosis, regresiones, una sesión espiritista y estuve a punto de ir con la señorita Laura a que me regañara en televisión, pero nada sirvió. Aún sigo teniendo pesadillas con Esto No Es Una Película de Olallo Rubio.

Despierto sudando frío y todo meado en mi cama, recordando aún esas dos horas perdidas en el cine, viendo el desarrollo en pantalla de una historia sin historia, respaldado por la crítica hacia el consumismo y la dinámica comercial moderna, emitida por la mente de un izquierdoso de Coyoacán, de esos que tiran netas sobre la vida y defienden a babosos como Sub Comediante Marcos, asesinos como Fidel Castro y el Ché Guevara, condenando el poder desde la comodidad de sus residencia.

Sí, lo admito, no entendí nada de la película, si es que ese es un argumento de los fans-from-hell-del-Olallo para descalificar este texto, pero no es por falta de visión ni porque el poder capitalista me tenga coptado, o porque el dupolio televisivo me haya enajenado y ahora no admita otra cosa que no sea Bob Esponja bailando con Patricio Estrella, es sólo que yo sí acabé la primaria.