Bitácora de un naco en Roma VII

Bien pedo en Roma II

Pus' como era la ultima noche en Roma, en la cena nos dieron (digo "nos" porque andaba con un grupo de españoles buenaondita) ... nos dieron una botella de vino cortesía de la casa, ese sí no tenía madre, sabía como a perfume rebajado con pintura de aceite morada, se llamaba Donatello la chingadera esa, y yo pus ya sin varo y en una mesa donde nadie le chupó, ahí tienen que me la empiné toda, casi un litro de solvente para barniz de uñas me bebí acompañado de la lasagna más dura de toda la península.

Pedísimo, malcomido y todo llegué al hotel, y repito como era la ultima noche pus otros güeyes querían chupar, entonces un cabrón muy cagado de nombre Rafa sacó una botella de jotabe en el bar del hotel para que nomás pidiéramos coquitas de a 4€ para tirárnosla, para no hacer el cuento muy largo diré que el bar cerró, apagaron las luces de todo el chingado congal ese y nosotros seguíamos chupando güisqui. El negro de la recepción nos mandó a callar como 25 veces hasta que de plano se nos acabó el chupe e intentamos asaltar el bar y chin, ya cuando le habíamos encontrado el modo al grifo de Mahou (la cerveza patrocinadora del Real Madrid), que nos cachan y nos corren. Ya para esto eran como las cuatro de la madrugada, y yo tenía que volar a las 12 a París.

Ni pedo, a dormir cuatro horitas porque la combi iba a pasar por mi a las 10