sábado, 15 de mayo de 2010

Linchamientos mediotricos

La “opinión pública” es una mamada. La gente se deja llevar por lo primero que le diga el monito de la tele, o lo que oye de la vecina, que a su vez, medio leyó en un periódico, y así se va formando una idea sobre la vida de este país, la cual, no sirve para limpiarse la cola.

Ante la percepción popular, las indígenas queretanas acusadas de secuestrar unos AFIs eran a todas luces inocentes nomás por se una pobrecitas marías que cómo iban a poder con unos güeyes entrenados para matar. Al final sí las dejaron libres, pero se determinó que esas pinches viejas culeras andaban portando droga… o sea, tipo que chale.

No sucedió lo mismo en el caso de unos soldados que disque violaron a una ruca como de 2 mil años en Veracruz, porque se les señaló de haberse pasado de verga con la pobre, sin tomar en cuenta el principio básico del sexo mismo: se debe sentir chido. Ignorando así que ningún hombre, bajo ninguna circunstancia, se aventaría un tiro tipo gang bang con ese puto adefesio.

Una vez más, los juicios a priori (porque yo sí leí a Emmanuel Kant) se hacen presentes en la figura de Celia Lora, hija del rockero Alex Lora, quién atropelló y mató a un güey estando peda, pero sin ver los dictámenes del médico legista correspondientes ni las investigaciones del Ministerio Público ya quieren quemarla en leña verde, por el simple hecho de ser hija de un pinche drogado culero que hace como 20 años que no escribe una canción coherente.

O sea, no mamen.

¡Salúd!

… ah cabrón, “salud” no lleva acento

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