martes, 12 de febrero de 2008

Mi cuate, la Condesa y las FARC

Eran como las nueve y yo zigzageaba en Insurgentes en mi poderoso bólido... bueno no, anadaba en el pinche pointer, el caso es que mi cuate el Paco me seguía recriminando el hecho de burlarme de él todo el día de su incapacidad para andar en bici, además de que cuando el chavo de la taquilla me preguntó si mi acompañante era mayor de edad yo le respondí "pus' qué no lo ves, tiene como 63", el chiste es que era viernes en la noche y buscábamos onda.

Ante la ausencia de lugares decentes donde pasar el viernes en la noche, nos paramos en un Oxxo después de recordar una antigua receta alcoholica muy fregona que leí en algún libro, y yo que soy una persona muy ilustrada traje de mi subconciente para llenar el vacío en nuestros hígados; tres cuartos de Jarrito de tamarindo por uno de alcohol del 96°, se llama la teporocha y es como editar tu vida de una manera muy frenética.

La realidad se torna así: primer trago de teporocha, corte a, rebasando en Insurgentes por el carril del metrobús, corte a, sobre Revolución pasándome un alto con seis bolsas grandotas de chetos pofs en el asiento trasero y el vidrio de atrás roto, corte a, mi cuate ya está sangrando, corte a, sentado en un bar en la condesa con unas morras a mi lado. Uts!

Lo que yo no me explico es por qué la gente va a "divertirse" a la Condesa, si nunca hay lugar para estacionarse, hay mucha caca de perro en las banquetas que luego están bien disparejas, los lugares están bien chiquitos y no se puede hacer nada, tan chiquitos que hay unos que se prolongan hasta la calle en una clara violación a la ley, además es una zona habitacional por lo que todo se tiene que acabar bien temprano. Pinches nacos y mamones además.

Un güey a lo lejos pregunta "uta goooey cuándo nos vamos de antro" y yo respondí "puta' pus' cuando acabes la primaria güey".

Y ya cuando por fin recobraba el conocimiento, las viejas con las que estabamos nos dicen que nos van a secuestrar, y yo de tan pedo que estaba nomás pensé "chale ya no vi el nuevo capíulo de Héroes". Y que nos sacan del barsucho a punta de pistola y madrazos, "noooo que somos de las FARC, que ya valieron madres, que la chingada". Me voltié con mi valedor y le pregunté ¿qué no los de las FARC son unos pinches colombianos locos terroristas?... y él me respondió "no güey, estas viejas son otras, FARC (féminas acostumbradas a la reata cotidiana)". Uts!

Me liberaron tres días después sobre Reforma a la altura de la glorieta de la Palma vestido con un overol naranja como de preso gabacho. Y hace rato me acaba de decir el doctor que tengo osteoporosis en el escroto... y de mi cuate no he sabido nada aparte de que su cara ya aparece como portada de un disco pirata de los Polimarchs en un puesto afuera del metro Balderas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya Me Soltaron Amigo No Estoy Herido Solo Huelo A Marmota Herida y Pues Me Tuvieron Que Entablillar El P*t* Pero De Hay En Fuera Todo Bien Bueno Y Me Duele Un Poco La Quijada Y No OPercibo Sabores Atte Paco