viernes, 30 de septiembre de 2011

Incitando a la banda

Atrás quedaron los rumores sobre la venta de droga afuera de las escuelas en presentaciones de chicles con estampita de Pokemón, ya no hay huevitos con moco de King Kong aderezado con heroína que engatusa a nuestros (¿nuestros?) niños, y las halls sabor tacha pasaron ya de moda; ahora la onda para inducir a la juventud por el camino del vicio y la teporochez viene en un vaso de unicel con capacidad de un litro, el cual contiene cerveza con limón, chile, sal, jugo de tomate y gomitas de colores.

¡Se llaman gomichelas y están pocamadre! Para encontrar y degustar una de ellas hay que meterse a uno de esos barrios que raspan, de esos donde al momento de poner un pie en la calle y ver que en una barda se anuncia un concierto de Espinoza Paz uno deduce: “¡no mames, aquí matan!

Generalmente se encuentran cerca de las escuelas secundarias disfrazadas de misceláneas o cremerías, porque usualmente en esos lugares no se instalan Oxxos debido a la delincuencia. Vienen en sabores fabulosos como: chamoy, tamarindo, frambuesa, clamato, rancher, polloloco, ponedebuenas, vuelvealavida y el mejor: ecuerateyá.

Les recomiendo dos: uno está en Santa Cruz Meyehualco, en Iztapalapa, y el otro sobre Refinería, en Azcapo, cerca de la clínica 13 del IMSS, donde ya hasta se hubiera muerto Capulina.

¡Salud!

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