viernes, 2 de septiembre de 2011

El Naranjito

Ustedes los rucos tal vez lo recuerdan como la mascota del mundial de España 1982, pero las nuevas generaciones relacionan el nombre de Naranjito con una taquería por los rumbos de Cuitláhuac, en la delegación Azcaptzalco, allá donde la vida (como otras tantas cosas) no vale nada.

Enclavada en la calle de Plan de San Luis y casi el Eje 3 Norte, este lugar es famoso por su alto contenido proteínico y el bajo conteo de clembuterol encontrado en sus productos, según lo refieren sus clientes asiduos, que en su mayoría son los borachines de Legaria o una bola de post-adolescentes acabados de salir de alguno de los tantos tugurios clandestinos del norte de la ciudad.

Según las malas lenguas, esos tacos deben su riqueza nutricional a la gran cantidad de ingredientes alternativos con los que se cocina la carne, entre los que podría contar una gama bastante amplia de especies artrópodas, hexápodos y hasta crustáceos, (favor de consultar su libro de biología de segundo de secundaria).

Si son las tres de la mañana, anda usted desorientado, roto, bien pedo o crudo, en su defecto, y busca algún alimento sólido, grasiento y picoso para engañar al alcoholímetro, El Naranjito puede ser una buena opción, con la advertencia de no ir más allá en las calles Clavería, porque allá está bien culero y roban.

¡Provecho!