lunes, 5 de marzo de 2007

Bitácora de un naco en Madrid II

La Ciudá

Epaña (así se dice, yo no sé por qué chingá no pronuncian las "S") está bien padre... y bien caro, lo más cariñoso de todo es el alojamiento, una noche en un hotel dos tres pulgoso sale en unos 200 €, como 3 mil varos de allá, con razón no hay niños. Es una ciudad chica, te la puedes aventar caminando de cabo a rabo en un día, hay poca gente en las calles que están repletas de turistas, donde quiera hay un chino de chingos... un chingo de chinos, o japoneses o coreanos... todos se parecen.

En madrid hay dos cosas: bancos y tiendas de Corte inglés. En cada esquina hay o una sucursal de algún banco o un puto cajero, como si tievieran mucha pinche lana los güeyes... bueno sí, la tienen. Las tiendas de Corte inglés son como El palacio de hierro, pero venden más cosas, El corte inglés vende desde huevos, leche y electrodomesticos, hasta viajes por el mundo. Hay en todos lados, si quieres comprar cualquier cosa, agüevo tiene que ser en una de esas madres, no hay competencia, ni oxos o supersietes, walmarts o gigantes, todo es El Corte inglés.

El metro es la neta, puedes ir a todas partes en él, va algo lento eso sí, pero siempre hay lugar, no se meten los ciegos con su chingada vocinita a venderte las de Valentín Elizalde o esas mamadas, las limosneras no te chantajean con sus hijos, los ancianos no te chantajean con sus años o sus enfermedades. El precio es razonable, siete euros por 10 viajes, y además ese boleto sirve también para los autobuses, los cuales también tienen un chingo de rutas que no cubre el metro. Lo chistoso es que en las puertas hay que tener cuidado, o eso dicen las señales, porque parece que hay mucho baboso que se cae al dar el paso entre el vagón y el andén, y la neta es que sí está algo separado uno del otro. Las puertas no se abren si no es necesario, al entrar o salir hay que presionar un botón como para indicar que alguien va a bajar o subir, de lo contrario las puertas no se abren... ¿está chido no? Tienen en los andenes teles que pasan comerciales, y todos los señalamientos son electrónicos, eso sí, están bien chiquitos... pero son azulitos con blanco... está padre (¡nómbre' qué descripción!)


Madrid de noche es un congal

De día todo es muy bonito, edificios con arquitectura colonial (o así la conocemos nosotros), otros muy modernos, con estructuras de vidrio y esas cosas, calles limpias, sin tráfico, mujeres bellas, tiendas muy glamurosas, sin niños, ni pordioseros, ni ambulantes... vaya, ni policias porque no son necesarios. Pero por la noche, Madrid es como un bule en la doctores; de repente salen unos negros con unas mantas y ponen su puesto de películas piratas, nomás oyen una moto que se acerca y salen corriendo. La gente chupa a lo idiota, todos los restaurantes se vuelven cantinas, o si no ya de plano les vale y le dan al pisto en la calle, en Madrid es legal el juego, entonces todo local puede tener una maquinita de apuestas, y tambien juegan a lo imbécil, chupan y juegan, chupan y juegan. Una noche salí por algo de comer y al preguntar qué psaba, de repente dos viejas con facha de pirujas ya medio ebrias me invitaron a un desmadre, había otro cabrón que hablaba por teléfono y decía:

- Que aquí ya estamos Pilar y Gabriela
- Daniela - Dijo la otra
- Daniela pues, estamos aquí ya en un ambiente cotorrón, tenemos a un mejicano que tiene cara de espantao esperando por ustedes, ¿dónde están?

Yo la neta ya los vi muy pedones y como era mi primera noche en la ciudad pues apliqué la de voy al baño, lástima porque igual y sí aflojaban las güilas estas, que la neta ni estaban tan chidas pero en fin.
Lo más ñero debe ser todos los viernes porque los sábados amanecen las calles guacareadas por todos lados, y nadie abre un comercio hasta las 12 del día, deben estar muy crudos supongo, y para mi que no chupo nada y no me meto ni el dedo, pus' como que no me hayo en esos desmadres.


Las morras

Si algo hay que reconocer es que hay mucha marmota, en donde quiera, todas están bien guapas, ahora que todavía hace un poco de frío, traen una moda de faldita, mallitas y botitas como las del perro aguayo, se ven muy bien las condenadas. No he encontrado una que se vista así que no tenga por lo menos buena nalga. Están como del nivel de la marmota albina, así de grueso, de ahí pa' arriba, ninguna otra especie de marmota les llega, ni la enana, ni la urbana, ni la nalgona o la rapera, ni una sola.

y Olé

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