sábado, 24 de julio de 2010

Llueve

Desde que no estás, no ha parado de llover en esta maldita ciudad ni en mi jodido corazón.

En días como estos, desearía ser doctor, de esos, de los buenos, de los que salen en la tele, de los que son guapos y curan hasta el sida.

Por lo menos debería ser una mejor persona para comprender la situación, para saber cómo actuar, cómo ayudarte, tenderte la mano y hacer que te sientas un poco menos peor.

…y sigue lloviendo, sólo espero el momento de volver a derrapar a más de 100 en una curva con el miedo de no levantarme otra vez.

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