lunes, 6 de noviembre de 2006

Como Vaquero

El ex dictador iraquí Sadam Hussien fue condenado por el Alto Tribunal de Justicia de Irak a morir en la horca por su implicación en la muerte de 148 iraquíes chiíes de la aldea de Duyail en 1983.

Con la condena a muerte en la horca para el ex dictador iraquí llega a su final un proceso de casi trece meses que se ha cobrado la vida de tres abogados defensores, ha provocado la renuncia de dos jueces del Alto Tribunal y que, sobre todo, ha puesto en duda la legitimidad de un proceso judicial que para algunos se ha visto influenciado por presiones externas y por el intervencionismo del poder ejecutivo --tanto iraquí como estadounidense-- que culminó con la petición explicita del primer ministro de Irak, Nouri al Maliki, a favor de la ejecución del ex dictador.
Es en serio, "la horca" como en el viejo oeste, la pregunta ahora es cómo lo van a hacer, porque cuando un malandrín muere ahorcado es en una plaza pública, rodeado de gentes que le mientan su madre. Debe haber un vato con la cara cubierta, descamisado, gordo y peludo al que le llaman el verdugo, quien es el encargado de ajustar el lazo en el pescuezo de Saddam para posteriormente subrirlo a un banquito que luego pateará para que muera con la fuerza de su propio peso, o en su defecto, accionar un mecanismo que mueve la plataforma en donde está parado el delincuente para que caiga al vacío.
También se acostumbra el entrañable acto de aplicar "el arbilito"; se toma una cuerda, la que sea, hasta la del tendedero o la del perro, se amarra al cuello del condenado, se arroja el otro extremo por encima de una rama del árbol elegido, para atarlo a un caballo o un vehículo que tirará de ésta para matar a Sadam.
Ahora que si lo van a hacer bien, Sadam debe estar en una especie de burro; que es algo así como tomar al prisionero y apañarlo del cuello y las manos en una tabla de madera, para que manifieste la veguenza de sus actos mientras camina hacia su destino final, con la respectivas mentadas del respetable.
¿Habrá último deseo? Siempre es gracioso cuando alguien pide como última voluntad que no lo maten o ¿Qué comerá como última cena? Sadam estaba acostumbrado a atenderse bien cuando gobernaba Iraq, entonces no será tan fácil complacerlo.
En la época moderna, a los condenados a muerte se les ejecuta en privado, en un cuartito donde nomás entran personas distinguidas. Eso es porque a nadie le interesa la muerte de un X baboso que mató a un gabacho en Texas. Pero estamos hablando de Sadam Husein, debe ser televisado en vivo para todo el mundo para igualar la ejecución en plaza pública. Si no ni chiste tiene.
Ya lo decía una rola de Los Tres: "solamente un buen fuego puede dar muerte a un cigarro, pero si muere mojado, es igual que si a un hombre lo mataran colgado, colgado"
Yeah!

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