miércoles, 15 de febrero de 2012

El amor es para nacos

Felicidades a todos aquellos que ven el amor bajo los lineamientos de símbolos convencionales y lineamientos preestablecidos por quiensabequién, que los obligan a expresar un sentimiento mediante cursilerías como globos con formas infantiloides, frases hechas y canciones construidas sólo con lugares comunes y referencias simples, ya que no tienen la capacidad de hacerlo con recursos creativos propios.

Felicidades a todos los que relacionan el término “amor” con una figura que ni siquiera parece un corazón pero todos asumen como tal, a los que piensan en adornos de flores rojas con un fondo rosa en el que revolotean angelitos entre nubes blancas, y a los que musicalizarán este día con himnos gastados y faltos de emoción alguna de quien interpreta.

Es gracias a ellos, los que asumen que el amor es regalar paletitas o una excusa para mostrar afecto por un día del año e indiferencia el resto, que el mundo se está yendo a la fregada, porque no saben expresar amor por sus semejantes sin un pretexto de por medio.

Es por ese tipo de personas que un aspirante a dictador como Andrés Manuel López Obrador puede tomar un sentimiento, privatizarlo y convertirlo en un estandarte político sin que nadie se dé cuenta.

De acuerdo con un estudio realizado por PayPal, empresa que se dedica a procesar pagos en internet, los mexicanos gastan 223 mil 293 millones de pesos al año en buscar pareja, inversión que supera en 17 por ciento el presupuesto anual de Pemex. Además, una quinta parte de los que regaló algo ayer, gastó en promedio 5 mil varos, ya que en nuestro país hay alrededor de 21 millones de solteros, quienes son los que más le invierten en 14 de febrero, por encima de aquellos que tienen a su peoresnada.

Lo anterior nos da un panorama más amplio y la autoridad para afirmar que esta nación, milenaria y pujante, merece pudrirse en el más hediondo de los infiernos por la gran cantidad de nacos que en ella habitan, pues si hacemos un poco de matemáticas, disciplina que en México nomás no, sabremos que se necesitan un chingo de flores de semáforo y peluches con sarna de afuera del Metro para juntar esa cantidad.

Porque nada dice mejor un “te amo” que un corazón hecho de toalla y relleno con retazos de la ropa vieja que ni los tarahumaras damnificados por la sequía quisieron aceptar. Aquí los ganadores de la festividad del Día de San Valentín son los pinches chinos, quienes son los que fabrican esas porquerías que sólo alguien que te odia podría regalarte para demostrar el afecto que te tiene.

¡Chá!

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