(1958 - 2009)

En una actitud sospechosista de mi parte… y bastante culera por cierto, se me hace muy raro que se mueran 47 niños en el incendio de una guardería perdida y pedorra allá por Sonora, y a los pocos días se pele pa'l otro mundo el Rey del Pop, Michael Jackson.

Al güey de seguro se le hizo agua la reata, no lo pensó más y dijo “agüebo, hay que aprovechar”. Por eso ya no hay angelitos en el cielo. ¡Chá!

En fin, se nos fue el Rey. La verdad se debió de haber muerto desde hace como 15 años, así no lo hubiéramos visto en decadencia, violando niños, maltratando a sus hijos y demás escándalos así, entre otros discos lamentables. Sería recordado sólo como la chingonería que fue. Ni modo, nos tuvimos que chutar sus payasadas... me recuerda la época del Elvis gordo.

Para muestra del legado que nos dejó su majestad café con leche, están cualquiera de las estrellas pop que marcan tendencias actualmente; Rihanna, Justin Timberlake, Britney Spears, Akon, los Black Eyed Peas... todos tienen algo de Jackson, desde guiños a sus letras, los pasos de baile, el tono de voz, la actitud, el ritmo, algo han heredado de quien, a su vez, tomó esos elementos del funk callejero, de la música disco y un poco de James Brown.

Lo más trágico de todo, es que al hablar de él se utilizan sólo dos canciones de fondo: “Thriller” y “Beat it”. Como si no hubiera otras. El pinche negro matándose cantando desde hace 40 años y nomás dos putas canciones se quedaron en el chingado colectivo.

Pobres pendejos los que compraron boleto para la gira en Londres.