martes, 26 de mayo de 2009

Diario de un variceloso 6

Cuando uno está confinado en un lugar, encerrado entre los muros de su propia casa, arraigado en la comodidad del hogar, la forma más obvia de pasar el tiempo es ver la tele y haciéndolo se pueden descubrir varias cosas, por ejemplo, yo no sabía que todavía pasaban a los putufos en las mañanas por el cinco, o que Chabelo seguía vivo y que quien hace la voz de Gokú en Dragon Ball es Bruce Willis, Jim Carrey y Don Ramón en el Chavo Animado.

Pero lo más notable en la programación televisiva es el dominio que tienen los anuncios comerciales dedicados al creciente mercado de la telefonía celular. Dado que todo el mundo, hasta los más fregados ya cuentan con un aparato de comunicación móvil, en la tele te venden desde juegos, videos, fotos de nalgas y hasta servicios informativos vía mensaje de texto, en los cuales por una módica cantidad, a diario te llegan resultados deportivos, chismes, horóscopos, entre otros. Todos ellos con algún cierto grado de utilidad.

Sin embargo, uno de cada tres comerciales que se cuelan entre la programación diaria trata de un video descargable en el cual un oso de color verde baila al ritmo disco en calzones y enseñando las nalgas… ¡uno de cada tres! Invito a hacer la cuenta, yo ya la hice, con datos graficados, frecuencias, intervalos, vectores y todo el pedo, por eso lo digo. En fin, el llamado “oso gominola” puede bailar en tu celular por la cantidad de 15 varos. Aquí el susodicho:


Esta madre es sin duda la cosa más inútil y naca que se pueda traer en un celular, porque al calor del desmadre uno puede sacar el teléfono y decirle al de al lado “ira güey, pinches nalgotas de esta vieja” o “carnal, oi’ qué tono tan chingón me pasaron”… pero de eso a “checa mi osito, te mueve las nalgas”… pus’ como que no ¿verdá?... ¿a qué clase de subnormal se le ocurre?

Chá… lo que es no tener nada qué hacer.

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