viernes, 4 de marzo de 2011

Presunta censura

El comunicado de prensa de la Secretaría de Gobernación que daba cuenta del cese de exhibiciones de la película Presunto Culpable cambió mi plan para la noche de miércoles. Lo que iba a ser un maratón de Don Gato y su Pandilla con una larga sesión de tacos de bistec recalentados y una jarra de pulque de guayaba (todo en calzones y pantuflas, claro), se transformó en nachos y chesco para hacer bilis por la lamentable situación del sistema penitenciario mexicano.

Al ver el documental que próximamente estará fuera de cartelera por órdenes de una juez y a solicitud de uno de los protagonistas involuntarios de la cinta, no pude mas que sentir tristeza por la forma en la cual se hace justicia en este país y rogar por nunca ser blanco de una orden judicial emitida por alguna autoridad cuyas pocas neuronas hagan esfuerzos titánicos para respirar y evitar zurrarse encima al mismo tiempo.

La historia es por demás conocida: un chavo cae al tambo por un crimen que no cometió y el sistema no le permite probar su inocencia por el peso que se le da a una acusación miope de falsos testigos y policías incapaces. Al final, resulta ser que Bruce Willis estaba muerto y por eso el morrito lo podía ver… ¡Ah no!, esa es otra.

Pero váyanla a ver si pueden, antes de que un funcionario culero se los impida.

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