jueves, 10 de marzo de 2011

Oaxtepec 2.0

Para ver gordas refrescándose en el agua cual manatíes en peligro de extinción, güeyes meándose encima en público y gente asoleándose con los calcetines puestos y las lonjas al aire, ya no es necesario viajar una hora y media en carretera hasta Oaxtepec, Morelos, porque ahora todas esas finas costumbres de los bañistas chilangos se aplican en el recién inaugurado Monumento a la Revolución, en pleno centro de la Ciudad de México.

Es ahí donde una bola de morros que se fueron de pinta aprovecha la fuente que está ahí para irse a mamasear un rato; clavan a las viejas a los chorros de agua helada para que se les transparente la blusa y así poderles ver sus emergentes senos púberes, o para que la falda se les levante tantito, convirtiendo a la colonia Tabacalera en un hotel de Cancún en plena época de Spring Break, sólo que con chavitas de la Guerrero, en lugar de gringas chichonas.

En ciertos momentos, en los que la fuente avienta gotas en todas direcciones, los escuincles calufos ojetes se meten a darse unos fajes bien gandallas con agarrón de nalga, dedazos, cazuelita y toda la cosa, justo enfrente de donde descansan los restos de Madero, Villa, Carranza, Calles y Cárdenas, aprovechando que la pared de agua impide la visibilidad desde cualquier parte de la llamada Plaza de la República, valiendo madres y llamando al Santo.

Cuando el espectáculo termina, se tienden cual focas en el piso a recibir el sol, usando sus uniformes como toalla, hasta que llega el momento de que la fuente se vuelva a encender chido.

¡Ay diosito!

1 comentario:

Sports Jerseys dijo...

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