lunes, 19 de octubre de 2009

Vista subjetiva

No podría decir si las películas District 9 y Paradas Continuas son buenas o malas, no en estos momentos en los que la vida me parece pocamadre por tener a mi lado a la chica más maravillosa/ guapa/ simpática/ inteligente/ talentosa/ genial del mundo mundial y por lo tanto el hecho de que me haigan fascinado las dos tenga que ver directamente con su calidad fílmica y no con mí estado emocional.

Aún si me hubiera metido a ver una de Juan Orol o Fernando Sariñana, una con música de Arjona o un documental de los que venden con el periódico La Jornada, les hubiera encontrado algo positivo.

En el caso de Sector 9, es una historia como del Frente Popular Francisco Villa pero con extraterrestres; porque resulta que una nave alienígena llega a la Tierra y se descompone, dejando una bola de langostinos varados en Johannesburgo, Sudáfrica, viviendo en campamentos como de acarreados del PRD en unos predios invadidos.

Los terrícolas no los quieren porque son unos marranos, se cagan donde sea, huelen feo, pinche barrio lleno de criminales, hay prostitución allá adentro del Sector 9, que es donde quedaron establecidos los langostinos dentro de la ciudad sede del mundial 2010, o sea, casi igualito que cualquier colonia irregular de paracaidistas auspiciada por Marcelo Ebrard… paracaidistas espaciales.

Entonces se trata de cómo a los aliens les cae la tira para desalojarlos a punta de chingadazos para robarles el secreto de su tecnología, la cual para variar, es más avanzada que la nuestra… ¡chingao! Y de cómo ahora los ojetes somos los humanos.

La segunda está bien cagada porque es sobre dos chavitos que tienen una combi y la rentan para que sus compañeros de la prepa lleven a sus novias y se hagan hombrecitos (ay, me cagan los diminutivos), entonces eso se vuelve un pedo porque la chava de uno de ellos es como que muy mocha y el otro anda bien caliente.

Luego los maestros se enteran y pus’ te dan más ganas de tener 16 años y andar en una combi…

Y pus ya… ah, y les dejo una imagen alusiva a todo este pedo, es de la autoría de un tal Ricardo Madrazo (no sé si sea hermano de Roberto) pero que me robé del blog de Lydiette Carrión

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