martes, 13 de octubre de 2009

Luz, Fuerza y chinguenasusmadres

En algún momento del sábado, entre mi orgasmo mental por haber alcanzado esa meta anhelada que significaban sus labios, la alegría colectiva de ver clasificada a la Selección Nacional al mundial de Sudáfrica 2010 y el tedio de tener que trabajar en la noche, de repente a alguien se le ocurrió que sería buena idea sorprender a una bola de babosos y cerrarles Luz y Fuerza del Centro a punta de… un decreto.

Uno llega a la chinga con más desánimo que otra cosa porque, aceptémoslo, es sábado en la noche y no hay nada de información con la cual armar un noticiero radiofónico (oi al mamón), por lo que agarras y casi casi actúas en automático.

Okei, la federal está tomando las instalaciones de LyFC, se espera que en las próximas horas se publique el decreto de liquidación, pero pues uno supondría que la vida sigue… ¡pero éjele! que ni madres.

Por ahí de la medianoche, entre que se acaba la programación habitual y me acomodo en mi incómoda silla para pasar el resto de la madrugada buscando un buen motivo para seguir vivo, en la página de la Secretaría de Gobernación aparece la edición del domingo del Diario Oficial de la Federación con el madrazo de que todos los de Luz y Fuerza se van a chingar a su madre.

Yo, al chile, lo ví, lo leí y dije “ah mira, ya tengo con qué abrir el noti de la mañana”, pero mi pensamiento y mi desgano se fue en ese momento a la chingada cuando sonó el teléfono con la llamada del mandamás de la empresa pidiéndome que interrumpiera la transmisión para decir que el preciso calderas le estaba poniendo en su madre a ese cúmulo de quejas por mal servicio.

Y ahí me tienes como pendejo (ni modo, no me sale de otra forma) corriendo en chinga a la cabina de transmisión para romperle su madre a la señal con mi voz diciendo “este es un reporte especial para informarle a usted que bla bla bla”.

Para quien me conozca en persona, sabe que yo, si no es a punta de groserías y mentadas de madre, no soy muy fluido que digamos… en ese momento descubrí que bajo presión ¡menos!

No recuerdo ni qué dije, sólo que ya con la reata del mundo ensartada en la coliflor, me puse a leer tooooodo el documento, con sus pinches artículos, incisos y transitorios de popó. Ni dije mi nombre, me trabé como 834 veces, sólo me faltó eructar en el micrófono, nomás veía un vacío al otro lado del vidrio de la cabina y pensaba “puta por qué a mí”.

La mera verdá, no sé ni cómo llegué hablando hasta la una de la mañana, presentando información todo a lo güey, porque hasta eso los sábados en la noche no hay reportero vial nocturno, entonces hubo que mover a gente de improviso y ahí me dí cuenta de cómo hay güeyes que no saben ni escribir su nombre pero hablan rete bien padrísimo al aigre, contrario a mí que cada que entro con un reporte en vivo meto las cuatro pero el mundo se la pela a mi prosa (‘gatumadre che farol)

Una hora después, sin nadie que nos escuchara, sin competencia más que Formato 21 y hasta ellos ya habían vuelto al tema del futbol, y una vez que regresó la conductora de la última emisión para rifarse hasta las dos de la mañana (a dios gracias por el paro), terminó el pedo pero con la presión extra de armarse una emisión especial de todo el pedo para las 5 de la mañana, además de mis pendejadas de costumbre durante la noche.

Neta que qué mamadota, uno bien chingón hasta que vale madres, y me acordé de eso nomás porque fui a ver la película esa donde Megan Fox sale de buenota que es malota, o sea, que mata gente y se los come. Eso porque al principio sale un comercial de Luz y Fuerza que dice que cuidemos el acá, quesque si la plancha, si el refri, en fin.

Y yo nomás me acuerdo de mis recibos de 7 mil varotes al mes nomás por sus huevos, o de cómo se tardaban semanas en ir a corregir una falla, quesque porque el sindicato exige que para hacer su trabajo tienen que haber quién sabe qué tanto inútil pa’ que salga chido… ya no digamos de su recién inaugurado gym para que Don Martín Esparza se ponga sabroso.

Al chile qué bien que se los atoraron a los putos… yo por eso no estoy en un sindicato ni la hago de pedo, a pesar de lo que algunos crean, porque yo no soy revoltoso y me vale madres si en el trabajo me explotan o no… porque cuando eso pasa, tan fácil es agarrar mis cosas e irme a chingar a mi madre.

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