jueves, 18 de diciembre de 2008

Y que le pregunto: Y tú cómo te vienes... y que me dice: averígualo... ¡uts!

A las tres y media de la madrugada y sin nada más que hacer que mi cápsula de las cuatro, sólo en la estación, con el poder de la frecuencia en mi garganta y el reatero manejo del lenguaje que estos dedos poseen (ya los quisieras para un domingo), debería ocurrírseme algo mejor qué decir.

Pero por el momento sólo un pensamiento ocupa mi cabeza: si el pasito duranguense fuera el cuerpo humano… yo sería la reata.

¡Agüebo!

...Chinguen a su madre

jajajajajajajaja

¿Se han dado cuenta del poder de esa frase?

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