La otra vez le decía a un cuate “güey, ¿te das cuenta de que probablemente tú y yo seamos las personas más sexys en este pinche antro de mierda?”.
Que se voltea y que me dice “sí güey ¡no mames!.. ámonos de este lugar ¿qué pedo con esta gente?”
Ya que llegamos a otro y que le aplico el bichir una piernuda “¿te das cuenta de que no si fuéramos tan hipócritas con el mundo y con nosotros mismos… tú y yo ya estaríamos cogiendo en este instante?
Ya de lo que pasó después ni me pregunten porque no me acuerdo.
Después estando con un compa en un barsucho horrendo en la Condesa, de esos quesque muy barrio pero en el fondo todos los que están ahí pretenden que les gusta la cumbia y la lucha libre nomás por fantoches porque en el fondo sienten tanto desprecio hacia lo ‘popular’ que lo imitan como forma de burla,…
En fin, estaba yo ahí y caí en cuenta de que de entre toda la bola de mamones era yo el único que sabía bailar duranguense correctamente.
Ya luego me cayó el alcoholímetro. Y al día siguiente le seguí… o sea ¿he dejado de ser yo?
domingo, 28 de septiembre de 2008
Vida nocturna
Posteado por
Mario Manterola
a las
10:09 p.m.
Etiquetas: L'otrodía
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