¿Por qué Alizée?

Alizée estuvo en México, iba a haber una firma de autógrafos en Plaza Universidad a la cual, según imágenes difundidas por la televisión, acudieron una horda de infames nacos caldufos masturbadorescrónicos que buscaban afanosamente robarle un beso en la mejilla a la cantante francesa, además del obvio e inútil autógrafo.

La onda es que en este país hay tanto ñero falto de cariño que era de esperarse el reviente del eventillo cotorrón. Uno podía ver en la pantalla a una bola de güeyes ausentes del buen gusto al vivir, arremolinarse unos contra otros obedeciendo a sus instintos más primitivos siempre presentes en ellos gracias a necesidad total de educación primaria, demostrando en todo momento que la esencia del naco sigue radicando en un rollo aspiracional clavado en sus pequeñas mentes.

En fin, ¿en qué consiste la atracción hacia Alizée? Si alguien ha visto el famoso video donde ella canta en un programa tipo Siempre en Domingo francés, se puede apreciar como esta chica, veinteañera madre de familia, captura en su totalidad la idea de la perversión chaquetera de la adolescente buenona-antojable-parchable-quiero-merezco-uts! que Nabokov logró capturar hace más de un siglo. Ahí está todo; está sabrosa la vieja y parece niña pero no lo es, lo cual oculta un trasfondo de que en realidad somos bien pederastas.

Sin tener una larga carrera, basándose en una rola que ni entendemos, ni sabemos qué dice, Alizée se ha convertido en la onda de la vida, y todo porque somos nacos y cochinos. Ahora bien, yo siendo una leyenda viviente del periodismo, puedo asegurar con la autoridad que el ejecutivo federal me ha confiado, que Alizée en verdad ni está tan chida. Ahora mismo, mientras redacto estas líneas y suena en VH1 la rola stayin' alive de los Bee Gees y uno de los editores pasa a mi lado bailando al estilo Travolta, tengo abiertas las imágenes de agencia de esta morra, las cuales la muestran carente de ese atractivo visto en el legendario video... igual y hasta en una de esas no le daba.