jueves, 17 de junio de 2010

¡Crucificadles!

Las noticias sobre linchamientos a criminales o hasta policías, ocurridas en pueblos alejados de la mano de Dios, siempre provocan indignación por el accionar de las masas y de las autoridades; unos, los primeros, actúan por rabia e impotencia de una supuesta injusticia, mientras que los segundos responden erráticamente, lo cual nomás hace que uno se encabrone más.

México, acostumbrado a no conseguir lo que quiere, siente la necesidad de arrebatar, de linchar y hacer justicia por propia mano aunque eso no resuelva ningún problema, por eso madrea al ladrón y quema al policía e intenta ver a los altos funcionarios sumidos en la peor de las miserias, lo cual aún no pasa, pero el sentimiento persiste.

El caso de los 49 niños muertos en la Guardería ABC de Sonora es un claro ejemplo de que ante la tragedia y la injusticia, el pueblo (ahora sí bien aplicado ese término para describir esa masa idiota) quiere ver que alguien sufra y pague por lo ocurrido, si es alguien con un cargo de alto nivel mucho mejor.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que ni los directores del IMSS ni el ex gobernador de Sonora eran directamente culpables de lo que pasó, aunque sí se tiene una responsabilidad política, y el dictamen es muy lógico ya que ellos desde sus lujosas oficinas no tienen por qué chingaos ir a revisar cada una de las instancias infantiles, pues para eso tienen empleados que se encargan de eso y ellos fueron quienes resultaron directamente inculpados en el incendio.

Queda una sensación de injusticia, cierto, porque a los responsables de esa negligencia que causó 49 muertes no los vemos ni los conocemos, pero sí son los culpables directos ya que de ellos dependía que los niños estuvieran seguros en la Guardería; Protección Civil tenía que verificar salidas y posibles peligros alrededor del inmueble, la delegación del IMSS también, además del municipio que no actuó de inmediato.

Karam, Molinar y Bours no son culpables pero sí quedan señalados porque, al encabezar dependencias o gobiernos, son responsables del actuar pendejo de su gente, aunque hay varias cabezas que por lógica deben caer primero.

Pasa lo mismo que con el post anterior, no todo es culpa del Presidente.

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