jueves, 24 de enero de 2008

Pederasta

Una barda anunciando una tardeada con sonideros y la pasadísima de moda Fiesta de Espuma se ve a través del vidrio lateral del pesero. Un viejito con un radiador de Datsun abrazado a él, viendo al frente, sentado junto a mí en el asiento de hasta en frente justo atrás del choff. Muse en mis oidos sonando a todo volúmen, molestando a quienes están a mi alrededor en un radio de dos metros ya que al menso que maneja de seguro lo aslataron porque donde debería estar el estereo sólo hay un hoyo con cables pelados.

En la esquina, súbitamente se detiene la unidá para dar cabida en ella a una chica como de 14 años, en uniforme como de prepa particular con vestidito a cuadros azul que responde perfectamente al estereotipo de la lolita cachorrona, con piernotas, senos firmes y de buen tamaño dibujándose graciosamente por debajo del sueter, un cuello erguido, fino, mordisqueable debajo del rostro de porcelana con una boca breve y una sonrisa que enamora al primer resplandor, rematado por unos lentes que enmarcan los ojos más soñadores del mundo debajo de la suave cabellera castaña que hace de ella la promesa de una obra de arte.

El cacharpo (chalán) le mira las nalgas disimuladamente mientras cobra el importe del pasaje. Un gordito chaquetón se hace ilusiones cuando se da cuenta que el único asiento disponible es a su lado y que seguramente será ocupado por aquella que será la más grande experiencia sexual que tendrá en su patética vida sólo con dejarlas caer ahí, a dos centímetros de él.

Levanto la vista dejando a un lado las palabras de Armando Ramírez que me atormentan en el libro que siempre quise leer para decir en mi mente "mamacita". En eso el venerable anciano de junto me dedica la más cruel de las miradas que ha dado en toda su vida, asímismo lo hacen las señoras del asiento contiguo y por el retrovisor veo que los de atrás también.

"¿Eso lo dije o lo pensé?" dudé con el pánico reflejado en la cara de quien están a punto de linchar, no quise averiguarlo y me bajé... ¿seré pederasta? ¿Qué tan malo es que se me haya antojado? ...pus' si nomás lo pensé, y si lo hubiera dicho ¿qué? ... no le hice nada.

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