miércoles, 17 de enero de 2007

El exilio


México ha sido siempre un país con muchos recursos súmamente explotables, exportables y en algúnos casos tétricos... hasta expropiables. Producimos cantidades animales de nopal (claro que nomás a nosotros se nos ocurre comerlos), café, otros granos como... bueno maíz ya no, por algo está tan caro el kilo de tortillas, jitomate, zanahoria, y en últimas fechas, futbolistas.


Existe una larga lista de mexicanos que han ido a probar suerte a tierras extranjeras; desde Horacio Casarín, pasando por Hugo Sánchez, hasta los más recientes como Carlos Vela, Giovani Dos Santos y el Kikin Fonseca. Es precisamente este último quien ejemplifica a la perfección la situación que vive el balonpié nacional en otras latitudes.


Francisco Fonseca fue fichado con bombo y platillo por el Benfica de Portugal, equipo de los que en los videojuegos tienen cuatro estrellitas, o sea, de los más fregónes de su liga. Con el paso del tiempo, kikin no rinde lo esperado y la historia es conocida por todos. Ahora jugará para los tigres de la UANL pagando una millonada por traerlo.

El punto aquí es que a este jugador le costó mucho salir para que de buenas a primeras lo retachen de este lado del charco. Toda la prensa nacional concuerda en que se le pudo haber dado más oportunidad; seis meses fue muy poco tiempo de adaptación y justo cuando empezaba a anotar goles para su equipo... ¡chin! que siempre sí te vas.
Tigres necesitaba un delantero tras el fiasco del Camagol, por lo que kikin se prestaba para llenar ese hueco. La pregunta es más que obvia y yo diría que hasta idiota: ¿Qué no había otro vato pa' delantero? Si somos más de 100 millones ¿no había uno por ahí que la tallara más o menos? ...lo hubieran dejado allá, exiliado.
Y esque el miedo al exilio es un factor que frena el triunfo de aquellos futbolistas con sueños de trascender en el viejo continente. Ahí está el caso de Jared Borguetti que de buenas a primeras también lo retacharon, o como hace dos años que las Chivas intentaron repatriar a Nery Castillo nomás porque pasó un tiempito sin jugar.
El hecho es que como en el mercado de los alimentos, para poder exportar primero hay que satisfacer la demanda interna; si no hay suficientes jugadores para llenar la plantilla de los 18 equipos de la liga, ¿cómo quieren surtir de estrellas a las ligas extranjeras? A la primera señal de inactividad de algún jugador allá, piensan inmediatamente qué camiseta vestirá acá. Todo porque la estructura en fuerzas básicas en insuficiente e inoperante y perjudica a los mexicanos en el extranjero y su proceso de adaptación, aunado al factor económico, porque lo que sea de cada quien, en México sí hay varo.
La próxima vez que alguien salga a jugar, a cualquier equipo, no importa cuál sea, chico o grande, hay que olvidarse de él, por su bien y el del futbol mexicano.
Para muestra nomás acuerdense de un cuate que era estrella en Perú con el Cienciano y se lo trajo el Pachuca y ya nadie se acuerda qué fue del pobre tipo.
...¿y así quieres su liga premier?

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