sábado, 10 de mayo de 2014

Y ahí murió

En la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, esperando mi turno para firmar mi acta de defunción a cambio de unos cuantos varos, descubrí que en las situaciones más engorrosas las mujeres sacan todos sus talentos con el único fin de humillar al de enfrente y regodearse con la miseria ajena. En ese lugar a donde uno va a finiquitar relaciones laborales con o sin hacerla de pedo abundan, y en gran cantidad, lo que en el argot laboral se conoce como "culito oficinista"; morras en faldas de vestir cortas, tacones altos, pantalones repegados, blusas escotadas, sacos ceñidos, maquillaje pleno y una actitud que grita "¿con que me corriste puto? ¡Ahora ya no verás estas nalgas paseándose frente a ti todos los días!"

Lástima que uno como hombre, y uno no demasiado agraciado, no pueda hacer lo mismo sin caer en la putería descarada. En mi caso, el firmar mi salida del Diario BASTA!, medio en el que dejé los últimos cuatro años en los que podía denominarme "joven", sólo puedo restregarles a la cara el hecho de que perdieron a su mejor pluma (sí, así de pinche mamón ¿y?), su columnista político más leído (lamentablemente) y el único elemento que aceptó la mediocridad del trabajo realizado con el fin de cambiarla y hacer algo digno de un lector que paga hasta cuatro varos a cambio de leer algo con un poquito de dignidad y medianamente periodístico.

A mí, como al Chapo Guzmán, me pusieron. El pretexto fue una pendejada para ejecutar una orden de aquellos que ni puta idea tienen de lo que se trata este negocio y cómo sacarlo adelante, por eso es que el barco hace agua y navega directo a un arrecife de caca del que difícilmente podrá salir. Razones para sacarme a patadas sobraban, pero ignoraron la única por la cual todos en varios años se hicieron pendejos mientras yo le pintaba huevos a la cámara de vigilancia desde la que nos monitoreaba el jefe: que era el mejor que lo que hacía, cualquier cosa que se supone que yo hacía y por lo que cobraba.

En cambio, y a pesar de que no maduré en ningún aspecto personal, yo obtuve experiencia y habilidades que antes no imaginaba ni tener. A pesar de no poder presumirlo demasiado en mi currículum (porque qué oso que tu mayor logro sea haber sido jefe en el BASTA!), lo publicado bajo mi nombre mantuvo un estándar de calidad que fue en aumento constante, que sobrepasó por mucho a los que ahí se manejaron (así es, putos). La satisfacción del deber cumplido, con eso me quedo, y con el hecho de haber demostrado que mi presencia era fundamental para sacar esas páginas adelante, cosa que no le gustó al que se supone que ahí manda, pues su incapacidad para hacer lo que yo hacía hasta con las patas arriba del escritorio quedó demostrada ante todo el equipo, restándole autoridad hasta para mandar por un chesco al Oxxo.

De nada sirve gritarles sus precios a todos los que contribuyeron a mi caída, sobre todo a esa que va dos horitas a la redacción a hacer una paginita y cobra como la gran editora, sólo porque alguna vez se las dio al que manda (el mismo que me tronó). Yo llevo cinco días sin bañarme porque desde mi última jornada laboral no me he levantado del sillón en el que escribo estas líneas cargadas de odio y desesperanza, así que envídienme pinches esclavos.

En cambio, sí me gustaría enumerar aquellas personas que creyeron en mí y que aportaron algo para que ahora tenga algunas ofertas para ir a arruinar otros medios con mi cagante presencia, empezando por Gilberto Barrera, quien no solamente es la persona que más sabe de periodismo de espectáculos en el universo, sino que es un extraordinario líder al cual aprenderle todo y un gran amigo. Chucho Gallegos es otro de esos contactos que presumiré en mi Facebook, aunque también haya contribuido a mi derrocamiento, porque no sólo es el decano en este negocio del chisme barato, sino un anecdotario andante cuyas andanzas me piratearé en el futuro. Mi lista de valedores creció considerablemente, además de que lazos ya existentes se endurecieron tanto como los pezones del Fercho cuando se lo sabrosea el Ferlinguetti, a estos dos ya se les extraña, con todo y sus puterías.

Rafita Machete, el Gemi, el Edson, la Becsa, Eri, el Ernito, el José, el Beto, amigo Bertín, la Fer, la Palomares, el Serch, la Jessi (había como seis), Ariel, el Tarhugo (qué pahó cabróh), el otro Hugo, la Dancing Ai, Acevedo, Joel (ese sí ha de estar llorando por mí), Cachetón, Ingris, el Tontoño, Isra, el Dany grupero, Eder, la Marifer, el Llorch, el Piter y el Inge oaxaco (porque el otro era puto y me bloqueó el Feis), a todos gracias y chido banda... igual y hasta el Mole, pero ese culero al final ya me cagaba.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces no habrá boda por ahora? Uy, qué mal!, ya tenía mi tacuche!

Anónimo dijo...

Ps que mal!! Pero ellos se lo pierden, tú para delante y que siga la dialéctica macuarra!!" @Sharon-scort

Anónimo dijo...

x esa columna. compraba el periodico ahora si ya valio pero pronto se q estaremos disfrutando tus lineas.....sic no de esas....

Anónimo dijo...

no mames si por tu columna le compraba todos los dias al pinche periodiquero

Unknown dijo...

MMta, con razón se me hizo raro de ya no leerte en ese diario, que, como lo han comentaba, era la razón por la que compraba ese diario de 4 varos y no el gráfico, pues que te vaya muy chingón y espero que sigas deleitándonos con tu peculiar manera de escribir.

Anónimo dijo...

No pinches mames!yo dije pues que pinches vacacionsotas de este cabron! Y yo de wey comprando el Basurasta! cuando dejes de webonear avisa donde agarras chamba, te desearia suerte pero no la necesitas por que eres un chingon! Atte el Pato