lunes, 2 de agosto de 2010

Lo mesmo

Hay veces que esforzarse demasiado no sirve de nada, porque hay personas que con el mínimo esfuerzo logran los mismos resultados y eso nomás calienta.

En cartelera hay dos películas que son la reata; una que es de pura mamada y está bien chida, y otra que es acá toda intensidad, un chingo de drama, subtramas muy enredosas, efectos farolones y nalgas voladoras, que también está buena y causa el mismo efecto en mi retardado cerebro.

Por un lado está “Un encuentro explosivo”, en la que Tom Cruise mata a 10 mil millones de ñeros y todavía se da el gusto de voltear a la cámara para sonreír y provocar que las mujeres mojen sus chones y manchen las butacas del cine… ¡a sus 48 años!

Eso sí, ya empieza a dar el viejazo en algunas tomas de cercas (así con “s” al final) porque como que le cuelga la cara, aunque ya quisieran muchos verse así a los 30 (ay que joto me oí)

Un encuentro explosivo (yo qué, así le pusieron), trata de que Tom Cruise es un agente secreto que se topa con Cameron Diaz en un aeropuerto y sin querer la enrola en una misión suicida para salvar al mundo. Entonces agarra y plomea a un chingo de malos, aterriza aviones con sus glúteos, desarma cajas fuertes con las uñas y para balas con la mirada.

Lo peor es que se la crees. O sea, este güey se lanza en una moto hacia el río, aterriza en el toldo de una troca, elimina a los perseguidores, mata a un malo con la puerta, tira un helicóptero y besa a la guapa sin siquiera recibir un solo rasguño… ¡y se la compras!

Bueno, ya si Bruce Willis y el 007 pueden, ¿por qué Tom Cruise no? La cosa es que tiene toda la intención de parecer una jalada por lo increíble que resulta ser tan chingón, pero aún así es efectivo.

Por el otro lado, está la película del verano que hasta pedos con las distribuidoras tuvo en su estreno: El Origen, la cual, por más que le hace a la mamada no resulta en todos los aspectos superior.

El origen, con Leonardo Dicaprio y dirigida por el que hizo las nuevas de Batman, trata de unos güeyes que se pueden meter a los sueños para extraer ideas del subconsciente y lucrar con ellas.

Acá el pedo es hacer lo contrario, o sea, meter una idea en la cabeza de un cabrón para que inconcientemente siga órdenes, pero sin que se de cuenta de que ese impulso fue plantado desde el interior y por un grupo de profesionales contratados por alguien que se verá beneficiado por esa acción.

Entonces Dicaprio tiene broncas mentales muy locas que echan a perder la misión, en la cual tienen que plantar ideas en el sueño del sueño del sueño del sueño, por lo que al final uno termina perdiéndose en los niveles de conciencia del desmadre ese, además de que uno no entiende cómo es que a la gente a la que se le aplica el procedimiento le parece tan normal que tal cosa exista.

Eso sí, tiene efectos loquísimos y una producción bien fregona, además sale Ellen Page… con eso y un chesco ya qué más se le pide a la vida.

El chiste es que da lo mismo ver lo uno que lo otro… la de El Origen no está taaaaaaaaaaaan chida como dicen.

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