jueves, 23 de marzo de 2006

Culturas ¿populares?

En la calle de Hidalgo, justo dentro del corazón de Coyoacán, lugar donde converge la cultura popular mexicana y la abundancia económica, está un niño de no más de 5 años; no habla español pero pide algo de comer, lo que sea, desde el helado de la rubia que sube al automóvil, hasta la galleta o el dorito de un grupo de jóvenes peatones.
Unos pasos más adelante sobre esa misma calle, existe una puerta abierta que deja ver un auditorio vacío, más bien es un pequeño salón con unas cuantas filas de sillas; no más de 50. Son ya las 6 de la tarde, nadie ha llegado a ocupar esos asientos, sólo está un joven que prepara los cables del sonido.
-Si quieres ponlo en el uno, no hay pedo- grita por la ventana mientras desenrolla una extensión.
La presentación de los catálogos temáticos de migración y culturas populares, 10 minutos después de las 6 de la tarde no han atraído más que a una quinteta de personas, entre ellos, un hombre de pelo largo acompañado de una gran maleta, de ella saca cámara, libreta, grabadora, se empieza a impacientar.
Poco a poco las filas se llenan, claramente hay dos grupos de personas; todas mujeres, todas jóvenes, todas estudiantes de dos escuelas distintas; llegan, saludan y se sientan en grupo, dejan ver que las han enviado de alguna clase en la escuela como tarea porque platican sobre los profesores y “como las hacen venir a estas cosas” de lo contrario, no estarían aquí.
Además, apuntan absolutamente todo lo que está escrito en las fotos de indígenas en las paredes, en actitud de “con esto hago mi reporte”
Llega una chica, vestida de pants rojo y camiseta azul, apestando a perfume, saluda a sus amigas y se sienta hasta enfrente, donde los organizadores pegan con cinta adhesiva el cuadro con el nombre del evento “Presentación de los catálogos temáticos 1 y 2”, el cual, a los pocos minutos cae y es sustituido por un póster.
El salón se ha llenado. La gente está impaciente porque están retrasados media hora; atrás platican de un sacerdote que abandonó el oficio para casarse, a la derecha toma asiento una señora mayor de canas, gorda y con un periódico La Jornada en la mano, visiblemente no se ha abierto en todo el día. Adelante, el cuate de la cámara toma fotos a absolutamente todo lo que hay, desde la gente hasta otras fotos. Y a la izquierda unos jóvenes platican de Los caballeros del Zodiaco.
-Yo me creía Saori- se oye una voz femenina mientras los demás ríen.
Mientras tanto, en la última fila, un hombre calvo le cuenta la historia de cómo una vez vio un OVNI en la carretera.
-Era una bola de fuego que giraba, de repente se me acercó y se alejó muy rápido, ya no me dio tiempo de sacar mi cámara. ¡Pero has de cuenta que se me acercó el sol!- le cuenta a la señora de al lado.
Por fin, empieza la presentación… que al final sólo popeó; los exponentes dijeron la palabra “popular” 37 veces en menos de una hora… mientras tanto, el niño en la calle sigue pidiendo limosna en tanto su madre vende pulseras y collares.

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