miércoles, 4 de febrero de 2015

Pobre señora Casaubón

A pesar de haber cubierto la fuente del Gobierno del DF en el sexenio de Marcelo Ebrard, acompañándolo a inauguraciones, soportando sus conferencias y metiéndole mi grabadora en la nariz durante los chacaleos, no me había dado cuenta que el ex mandatario capitalino tiene unos huevotes tan grandes que no le caben en el pantalón, porque para hacerse la víctima en el caso de la Línea 12 del Metro, que se construyó al chingadazo para acabarla rápido y que él pudiera inaugurarla antes de dejar el cargo aunque eso implicara colapsar todo el sur oriente de la ciudad, hace falta tener muchos huevos y muy poca madre.

Qué bueno que la señora Marcela Casaubon ya tiene muerta diez años, porque ninguna madre merece en vida sufrir la pena de tener un hijo idiota (¡saludos mamá!) y que por su culpa le estén zumbando los oídos por tantos insultos, justificados de la gente que está dejando la vida en un camión roñoso cuando podría transportarse decentemente en un tren por el cual pagó con sus impuestos, multas y mordidas.

Y encima de todo el güey tiene el descaro de quejarse del golpeteo político que está recibiendo por algo de lo que evidentemente es culpable. Lo peor es que muy probablemente va a ser candidato a la presidencia y mucha gente va a votar por él, porque hay varios políticos que tienen menos madre que él y a estas alturas ya no hay ni a cuál irle.

¡Chá!

No hay comentarios.: