jueves, 11 de octubre de 2012

El güey más odiado

Como la Marina ya mató a Heriberto Lazcano Lazcano, alias el Lazca, líder del sanguinario Cártel de Los Zetas, y como no se ve para cuándo agarren a Joaquín el Chapo Guzmán, propongo que el nuevo Enemigo público número uno sea Eduardo Santillán Pérez, diputado por el PRD en la Asamblea Legislativa del DF, quien propone prohibir la venta de cerveza en los estadios durante los partidos de futbol.

No había escuchado una propuesta tan estúpida desde que una mensa me planteó la posibilidad de casarnos. El proyecto de reformas a la Ley de Estados pretende que nadie tome chelas durante los segundos tiempos de los encuentros, para garantizar que no haya golpes en las tribunas ni disturbios entre los grupos de animación, como si el alcohol fuera el único culpable de la violencia.

Cabe preguntar es si el perredista ha ido alguna vez a un estadio a ver el pambol, o si nunca tuvo infancia y no se aventó una cáscara callejera con los cuates, o al menos ha jugado el FIFA en el Play Station, porque todo aquel que tenga una vaga noción de lo que es ese deporte sabe que los segundos tiempos son los más emocionantes de los partidos, porque es un juego que se vive a contra reloj, es decir, que para disfrutar de la-intensidad-del-futboleee, diría el Perro Bermúdez, es necesaria una chela.

De aprobarse la iniciativa, que se presentará la próxima semana, Santillán Pérez sería buscado por La Monumental, La Ultra y hasta la Tito-Tepito, para ser sodomizado entre cánticos.

¡Uts!


No, ¡tú eres el Mirrrey!

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