jueves, 27 de enero de 2011

Con la camiseta puesta

Si el día de ayer se encontraron un chavo darketo como de 20 años tirado en la calle bien madreado con los pantalones abajo y con un ejemplar de BASTA! enrollado y ensartado en el ano, justo en la banqueta de Reforma esquina con Artículo 123, enfrente de una tienda Oxxo y una cafetería, quiero decirles que lo siento mucho, no era mi intención, me cae que soy bien pacifista, pero él empezó.

Resulta que estaba yo en el parabús leyendo mi propia columna (sí ya sé: pinche ególatra), cuando se me acercó un morro vestido de negro, botudo, apestoso y con los pelos peinados como con viagra a venderme un periódico Machetearte, a lo cual yo respondí negativamente sin despegar la mirada y con los audífonos sonando a todo lo que daba.

Pero el güey acá seguía insistiendo hasta que llamó mi atención, sólo para decirme, a manera de sugerencia, que debía leer cosas más productivas y no sólo frivolidades. En eso, que me caliento y al levantarme le metí un cabezazo en la quijada, para luego darle un periodicazo tan fuerte que le tatué el Kalimba de la portada en un cachete.

Ya encarrerado, me lo acabé de surtir a puro karatazo para terminar violándolo con 36 páginas con lo mejor de los espectáculos, política y algo más, ensartados violentamente en el meprestas.

¡Quiobo!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajaj bien hecho maestro Mentirolas