domingo, 15 de agosto de 2010

La nueva estrella

Así como el Numa Numa llegó a hacerse famoso por su versión de la canción jota esa, aquí hay uno que le puede hacer competencia con una rola de moda.



No sé si el pobre cabrón es autor de su propia debacle o qué intentaba mostrar... pero está cagadísimo!

sábado, 14 de agosto de 2010

¡Me violaron!

Clarito sentí cómo me la metían, cómo me agarraron, me voltearon y me la dejaron ir hasta el fondo. Caminé chistoso todo el día. Aún me duele cuando me río y el recuerdo no me dejará descansar tranquilo nunca.

Tenía gripa, eran las dos de la tarde y decidí comprarme un jugo de naranja para alivianar el flujo de mocos que emergía de mis fosas nasales, irritadas de tanto sonarme con un pañuelo que de lo mojado ya no daba más y parecía teja para jugar al avioncito en la primaria.

En Polanco es difícil encontrar un puesto callejero de frutas… o de cualquier cosa, por eso la única opción es acudir a un establecimiento que está frente a la estación del metro, en el cual te violan, te sodomizan y de la dejan clavada hasta adentro.

Se aprovecharon de mi carencia de vitamina “C” para ensartarme un vasito de jugo de naranja en 40 varos… ¡40 varos! ¡y ni siquiera era un litro!

Además eran naranjas comunes y corrientes; no las trajeron de Etiopía (el país, no la estación del metro), ni siquiera californianas son. Las han de haber comprado en el Superama de enfrente y por bulto.

Ya me lo estaba tomando muy chingón, cuando me ensartaron su tarifa por la tráquea y me llegó hasta el chimuelo. No lo pude regresar porque le había bajado la mitad del primer sorbo y con suerte traía efectivo en la bolsa.

Eso sí, el catarro se me quitó, pero fue del puro coraje de ver cómo dos chavas me violaban con un popotito

…¡chá!

lunes, 9 de agosto de 2010

¡Puro vicioso!

“Quiuvole cabrón ¿sigues vivo? ¿no te has muerto?” me dijo el dueño de la voz a mi espalda que me tocaba el hombro. Que me volteo y le contesto “si tú güey que eres más pendejo ¡no te has muerto!”, y después nos fundimos en un abrazo en pleno Paseo de la Reforma.

Así fue la marcha del sábado; un reencuentro de viejas amistades del mundo de los medios de comunicación que usaron una protesta contra la violencia para aprovechar e irse a chupar todos juntos.

Lo que la Policía Federal nunca supo es que el contingente que llegó a Gobernación ese día fue el que, en su conjunto, más años de cárcel acumulaba en su andar delictivo por las calles del país. ¡Puro vicioso andaba ahí y sin hacerla de jamón!

Así, calladitos, ordenaditos, sin hacer pintas, mentar madres, golpear granaderos ni nada por el estilo, se juntó la banda afuera de donde despacha Francisco Blake para colgar la manta que exigía garantías al ejercicio del periodismo.

Y como llegamos, nos fuimos… ¡pero a chupar! Porque han de saber que el gremio periodístico está conformado de mucho alcohólico, drogadicto, chayotero, mujeriego, hombreriegas y demás etcéteras. Entre periodistas hemos intercambiado tantos fluidos que me sorprende que no sean declarados como un grupo de riesgo para la contracción del SIDA.

No por nada las órdenes de trabajo y la información del domingo estuvieron tan chafas. Hasta hubo unos que el lunes seguían en el Covadonga.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Es Real

Una gasolinera en el municipio de Yautepec, Morelos. Mi madre y mi hermano se bajan a la tienda a comprar paletas y unos refrescos. Mi papá pide combustible al despachador y le solicita que le haga una factura.

El gasolinero, un venerable anciano como de mil 176 años de edad, al ver el RFC se quita los lentes y hace un esfuerzo por leer las minúsculas letras. Después de un rato y una vez que el tanque de la camioneta se llenó, admite que le es imposible descifrar el mensaje.

– No, esque está cabrón – dice – es de tanto forzar la vista que ya me quedé ciego

– Sí, a mí me pasa igual – contesta mi apá – de tanto forzar la vista… ¡pero en el Mama Mía!

lunes, 2 de agosto de 2010

Lo mesmo

Hay veces que esforzarse demasiado no sirve de nada, porque hay personas que con el mínimo esfuerzo logran los mismos resultados y eso nomás calienta.

En cartelera hay dos películas que son la reata; una que es de pura mamada y está bien chida, y otra que es acá toda intensidad, un chingo de drama, subtramas muy enredosas, efectos farolones y nalgas voladoras, que también está buena y causa el mismo efecto en mi retardado cerebro.

Por un lado está “Un encuentro explosivo”, en la que Tom Cruise mata a 10 mil millones de ñeros y todavía se da el gusto de voltear a la cámara para sonreír y provocar que las mujeres mojen sus chones y manchen las butacas del cine… ¡a sus 48 años!

Eso sí, ya empieza a dar el viejazo en algunas tomas de cercas (así con “s” al final) porque como que le cuelga la cara, aunque ya quisieran muchos verse así a los 30 (ay que joto me oí)

Un encuentro explosivo (yo qué, así le pusieron), trata de que Tom Cruise es un agente secreto que se topa con Cameron Diaz en un aeropuerto y sin querer la enrola en una misión suicida para salvar al mundo. Entonces agarra y plomea a un chingo de malos, aterriza aviones con sus glúteos, desarma cajas fuertes con las uñas y para balas con la mirada.

Lo peor es que se la crees. O sea, este güey se lanza en una moto hacia el río, aterriza en el toldo de una troca, elimina a los perseguidores, mata a un malo con la puerta, tira un helicóptero y besa a la guapa sin siquiera recibir un solo rasguño… ¡y se la compras!

Bueno, ya si Bruce Willis y el 007 pueden, ¿por qué Tom Cruise no? La cosa es que tiene toda la intención de parecer una jalada por lo increíble que resulta ser tan chingón, pero aún así es efectivo.

Por el otro lado, está la película del verano que hasta pedos con las distribuidoras tuvo en su estreno: El Origen, la cual, por más que le hace a la mamada no resulta en todos los aspectos superior.

El origen, con Leonardo Dicaprio y dirigida por el que hizo las nuevas de Batman, trata de unos güeyes que se pueden meter a los sueños para extraer ideas del subconsciente y lucrar con ellas.

Acá el pedo es hacer lo contrario, o sea, meter una idea en la cabeza de un cabrón para que inconcientemente siga órdenes, pero sin que se de cuenta de que ese impulso fue plantado desde el interior y por un grupo de profesionales contratados por alguien que se verá beneficiado por esa acción.

Entonces Dicaprio tiene broncas mentales muy locas que echan a perder la misión, en la cual tienen que plantar ideas en el sueño del sueño del sueño del sueño, por lo que al final uno termina perdiéndose en los niveles de conciencia del desmadre ese, además de que uno no entiende cómo es que a la gente a la que se le aplica el procedimiento le parece tan normal que tal cosa exista.

Eso sí, tiene efectos loquísimos y una producción bien fregona, además sale Ellen Page… con eso y un chesco ya qué más se le pide a la vida.

El chiste es que da lo mismo ver lo uno que lo otro… la de El Origen no está taaaaaaaaaaaan chida como dicen.