miércoles, 6 de agosto de 2008

Nalgomancia

Si ya había pedomancia… que no es lectura de los pedos sino de los pies, cartomancia; lectura de las cartas, quiromancia; de las manos, y un largo etcétera ¿por qué no leer y descifrar el futuro en las nalgas de una persona?

Porque además del futuro, también se puede saber mucho del pasado y de la personalidad presente de la gente. Es decir, las nalgas de una persona dicen qué tan promiscua es; si las tiene muy palomeadas, si es alguien muy güebón las debe tener planas y aguadas, si tiene algún tipo de tensión cardiaca debe haber venas saltadas y otro largo etcétera.

Entonces bien, allá por los rumbos altos de Xochimilco se encuentra un sabio chamán y gurú de esta técnica, la cual inventó y perfeccionó, que responde al enigmático nombre de Orestes Morales, o simplemente “ese”, “mai”, “barrio”, “vale” o “jefe”, que tiene la inexplicable habilidad de descifrar el futuro que le deparan los astros en las nalgas de la gente.

La técnica consiste en frotarlas por cuatro horas y media sin parar, mientras lo hace, Orestes reza en idioma migy, originario de Botswana, un rosario que le fue heredado por los tlatoanis mayas mediante los mensajes astrales que los egipcios dejaron en el código de hammurabi, el cual fue descifrado por él mismo tras años de estudio en la escuela telesecundaria nocturna en Comitán Chiapas.

Estas palabras invocan al espíritu milenario de Zoltan, señor tibetano de las nalgas, que se manifiesta en forma de flatulencia expedida por el analizado (¡sonó a albur!), el cual es inhalado por Orestes para descifrar los misterios que éste encierran. Luego procede a lamer la hendidura para salir del trance y decir ya con palabras lo que le depara el destino al usuario.

Inexplicablemente es tan terroríficamente exacto, que le dijo a Andrés Manuel López Obrador que iba a perder pero este se negó a aceptarlo y lo sigue negando hasta ahora. Le dijo Rubén Omar Romano que no iba a ganar ningún partido en más de un año. Predijo que Hugo Sánchez fracasaría con el Tri, el divorcio de Cristian Castro y que a Hilary Clinton le iba a ganar Obama… sí, así de cabrón está que los extranjeros acuden a él.

El costo del servicio es relativamente bajo, sólo 50 varos, tres frutsis y una torta de tamal de rajas. El problema es que para ser digno de este análisis místico hay que chingarse una hoya de frijoles cuatatapa con chicharrón y chorizo, tres sopes de requesón y una lulú de grosella… pero en cinco minutos. Lo anterior para activar los chacras.

Hasta ahora el secreto ha permanecido oculto en las referencias de unos cuantos, pero son cada vez más las personas que acuden con él con la esperanza de encontrar suerte y fortuna en sus nalgas.

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