jueves, 14 de octubre de 2010

Contra 3 mil nacos

Un estallido y la posterior humareda a mi espalda me hicieron brincar en el camellón de Insurgentes mientras caminaba tomando fotografías. Un cohetón había explotado a escasos dos metros de mí e hizo palidecer mi fundillo por el ataque, cuyo objetivo principal era un policía de tránsito que trataba de minimizar el impacto del cierre repentino de avenidas.

Fui el único estúpido que atendió el llamado de los electricistas a la concentración del lunes a las siete de la mañana para ser testigo de cómo esa bola de ñeros festejaba el primer año de haberse quedado sin trabajo y sus ganas de seguir alimentando el repudio colectivo de la ciudadanía.

El helicóptero de Radio Centro volando a cientos de metros de altura era el más cercano apoyo que el fotógrafo que me acompañaba y yo teníamos, mientras tratábamos de captar a un porro con camiseta del SME bandalizar con un cúter el anuncio de la Comisión Federal de Electricidad en un puesto de revistas.

La lente que tomaba al hombre dañando el mobiliario público se vio oscurecida por la mano de un tarado que intentó inútilmente tapar lo que en realidad son: una bola de inútiles aferrándose a lo obsoleto.

Entre empujones, gritos y mentadas, nos dimos cuenta de que éramos dos contra 3 mil patéticos desempleados con ganas de vaciar sus frustraciones. Nada ocurrió, se la pelaron.

Pinches nacos!

1 comentario:

Arevalo dijo...

Saludos, yo creo que...
Poco a poco los electricistas desempleados encontrarán chamba y no tendrán ya tiempo de andar en marchas.

(Lo peor que puede pasar es que haya seudo ex empleados de CFE atracando a los negocios y transeuntes.)