sábado, 3 de noviembre de 2007

Odio el día de muertos

Para mí que soy gente de pueblo, quien es fiel a sus costumbres, ya es bastante molesto que en la calle te asalten so pretexto de "pedir" calaverita, pero el que una bola de cabrones, que ya ni niños son porque se nota que debajo de esa máscara horrenda de a diez varos hay un güey ya con pelos, se pongan en ambos lados de la calle con una reata que al momento de pasar un automovil lo denetngan tensándola, y una vez en el retén halloweenesco te obligen a cooperar a la de a huevo para dejarte pasar, está más alla del colmo. Mismos cobrones que ya ni piden pa' su calaverita, sino nomás gritan pegándole al vidrio "un varo, un varitoooooooooo", y tú adentro del coche te sientes como en medio de una manifestación de la APPO.

-¿Tu calaverita? -exlamé- ¿pues a quioras me la diste cabrón?

En fin, las fiestas de disfraces ¿quién fundos las inventó? Hay quienes afirman que son un pretexto más para jotear, yo digo que son un pretexto más para deprimirme, por lo menos eso descubrí. En mi puta vida había ido a una, y fui sólo porque quiero mucho a la anfitriona, aún así no me disfracé... del todo, agradescan que me bañé y que cargaba conmigo en el coche unas máscaras que pudieron haberme hecho el paro de haberse necesitado. El chiste es que aún si la noche fuera de etiqueta, cabe decir que lucí uno de mis preciosos trajes de a 200 salarios mínimos, me habría deprimido. Me estoy cansando de decir que estoy tocando fondo, porque cada vez que lo pienso o lo digo, resulta que todavía puedo caer más bajo. Esto viene a colación de un "te extraño" que escuché, lo más deprimente fue mi respuesta de "yo también los extraño un montón", lo cual me deja dos enseñanzas: La primera es que en cualquier otro momento mi estúpido radar se hubiera prendido ante esas palabras en busca de un poco de amor, lo que me dice que ya ni eso busco, y lástima porque según recuerdo, ella me parecía muy atractiva... creo. Y la segunda es que en realidad los extraño, me había acoplado excelentemente a esa banda, cosa que sólo me indica que mis momentos miserables pasados, son mejores que estos, es como extrañar al viejo Vicente Fox.

Y lo más deprimente de todo es que aún después de fuertes dosis de aislamiento social, todavía tengo sentimientos. "Va a venir tu lady" me dijeron, "¡puta y yo sin tubos!" contesté. Al verla llegar se me subieron los cojones al cogote inexplicablemente, no le hablé, es más, como que me escondí, pero después ella me llamó, me gritó a través de toda la fiesta y yo como perrito voltié y corrí a su encuentro, ¡chale!, un hola cómo estás y el estúpido iPod en mi cabeza dejaba correr la rola de "Oh que gusto de volverte ver" pero en la voz de Aleks Syntek que me gusta más, a veces maldigo el soundtrack de mi vida. Tomé su mano para ayudarla a incorporarse de la silla en el acto del saludo/beso y en ese momento un flashback de los masajes nocturnos en la redacción llegó a mi mente, no lo soporté.

Por si fuera poco hay algo todavía más deprimente; ya no me sale mi acto. Antes tenía el poder de esparcir la mala onda a mi paso, ahora ya me veo ridículo intentándolo. Nuevamente el personaje me ganó y no bailé ni bebí ni hice nada de lo que mi antiguo y profundo yo... o debería decir súper yo, se avergonzara, a pesar de que el ello me aconseja lo contrario, ¡pinche Freud!. Al llegar el tiempo de desaparecer como sólo los grandes los hacen, me puse mi traje del hombre invicible y salí de ahí antes de que empeorara la cosa, y hasta eso ya ni me sale tan chido porque creo que sí se dieron cuenta que me estaba largando sin despedirme, espero que no se ofendan ni lo tomen a mal, desafortunadamente así de horrible persona soy.

Lo más sorprendente de todo es que esa noche reviví mis sueños del cuarto de milla e hice diez minutos hasta mi casa, fue demasiado para una noche.

¿Será que debo empezar a fumar crak para ponerme en onda? Mis endorfinas y el rock and roll ya son basura.

1 comentario:

Alejandra Morón Díaz dijo...

Gracias por lo que me toca, pero aún así no hay pretexto para decirme aunque sea un pinche adiós, nos vemos en la próxima peda (bueno yo, porque tú ni tomas)Ojeis, porqué no te despediste de mí??

Ok, te comprendo, pasé alguna vez en mi vida por lo que tú. Pero aún hay esperanza.

See you.