Cerveza barata, música en vivo y la posibilidad de ser tan famoso como el cantante Kalimba. Todo eso se encuentra en un lugar en el Centro Histórico que, además, tiene una de las vistas nocturnas más perronas hacia el Zócalo, a pesar de la bola de electricistas inútiles que duermen ahí todas las noches.
Se llama el Penthouse Palma 40, que como su nombre lo indica, se encuentra ubicado en la calle de Palma y en el número 40, donde después de subir caminando nueve pisos y guacarear del esfuerzo porque el elevador no sirve, uno puede rodearse por decenas de bellas chicas que están en la frontera de la mayoría de edad, moviéndose al ritmo de la música electrónica con un DJ en vivo y en la oscuridad.
Entrada la noche, porque cierran hasta las ocho del día siguiente a pesar de reventar a una cuadra de donde se supone que despacha Marcelo Ebrard, como en todo bule también se ponen cumbias y salsas para que la banda empiece a bailar pegadito, una vez que el alcohol eliminó todo resquicio de cualquier prejuicio hacia la llamada “música popular”... Ah sí, y las lámparas están chidas.
En caso de que se quiera mantener el cool y no perrear como morrito en festival de secundaria de la Gustavo A. Madero, también se pueden abrir las ventanas y disfrutar la vista del centro, que es alucinante aún sin drogas.
¡Salud!
domingo, 27 de marzo de 2011
Palma 40
Posteado por Mario Manterola a las 8:40 p.m.
Etiquetas: DiarioBasta, Música, Nalgas
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