Celine, Kenzo, Emilio Pucci, Gucci y Fendi, son las marcas y los diseñadores que las fabrican. Ya no son exclusivas de los macuarros que los domingos en las mañanas se las ponen para echar el colado en construcciones sin licencia, o de aquellos sujetos de impermeable (que más bien es hyper-meable) amarillo que dedican sus vidas a destapar coladeras. Ahora las botas de hule son un artículo de alta costura.
Y ahí van las morras, con sus pantalones pegados, presumiendo nalga, y con ese calzado que en otros tiempos podría ser más gato que un disco de Yahir sonando a todo volumen en una combi de Ecatepec al Toreo de Cuatro caminos. Sólo que ahora se hacen en colores como morado y rojo, con estampado de cebra, tigre, jirafa o perra dálmata, y hasta con terminaciones en piel y gamuza… ¡muy fashion el pedo!
Tan de moda están, que yo de plano me compré un par para ir a cubrir la inundación del Río de los Remedios en el Estado de México, con el fin de que no me entrara agua puerca a las patas y me crecieran unas trufas entre los dedos, al tiempo de verme coqueto y marcar tendencias entre todos los compañeros reporteros que fueron a dar cuenta del desastre.
Para mi mala fortuna, sólo me duraron una puesta, porque el lodo radioactivo de Neza carcomió mis Le Chameau de 295 euros.
¡Chá!
domingo, 3 de julio de 2011
Moda de temporada
Posteado por Mario Manterola a las 10:17 p.m.
Etiquetas: DiarioBasta, L'otrodía, Nalgas, Uts
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