Es una estrella de seis picos, rodeada por un círculo perfecto dentro de un rectángulo del tamaño de una cancha de futbol, lo que apareció en un campo de cebada la madrugada del jueves en el Ejido Casablanca, en el municipio de Hueypoxtla, Estado de México, lugar al que se llega después de dos horas de manejar sobre terracería y a través de pueblitos en la frontera con Hidalgo.
El domingo pasado estuve ahí toda la mañana, con el fin de ser testigo de lo que para muchos es un fenómeno provocado por seres de otro planeta, ya que esta figura es muy similar a las que se registran durante la primavera en la Gran Bretaña, en donde los cultivos de trigo y avena sirven como lienzo para crear imágenes que únicamente son posibles de diseñar desde el aire, sólo que, en este caso, de una complejidad bastante menor.
Al igual que los de la campiña inglesa, el tallo de las plantas fue doblado desde el ras del piso y aplastado para crear un efecto de relieve y hacer visible esta estrella que se sitúa en el costado de una subestación eléctrica perdida en medio de la nada, de la cual nos esteramos sólo porque, coincidente y sospechosamente, queda muy cerca de donde un avión del Ejército tuvo que aterrizar de emergencia el viernes, por causas que aún la Secretaría de la Defensa no ha querido explicar.
Todos, absolutamente todos los pobladores de Hueypoxtla saben dónde están las figuras que presumiblemente fueron hechas por extraterrestres en el predio. No es raro ni nuevo que ese tipo de fenómenos ocurran en las cercanías de su reducida comunidad, ya que constantemente son testigos de extrañas luces en el cielo y desde hace varios años.
Ellos creen que, efectivamente, fue obra de seres de otro planeta y juran que no es sólo un truco para atraer visitantes a ese paraje semi olvidado por la mano del creador, donde no hay nada más que movilice a esas cientos de personas que han peregrinado desde el viernes a tomar fotos, muestras y, en algunos casos, a realizar estudios al terreno para registrar todo rastro de campo electromagnético o radiación, que sirva de prueba para evidenciar que no estamos solos en el universo.
Hasta ese sitio perdido en el Estado de México llegó el equipo del investigador y periodista Jaime Maussan, quien prometió que en las próximas semanas tendrá listo un reporte con los resultados de todos los exámenes practicados a la zona, confirmando o desmintiendo que hayan sido alienígenas los autores materiales de la gran estrella y otras figuras menores que ahí se encuentran acordonadas con cinta amarilla.
¡Órales!
martes, 29 de noviembre de 2011
Ovnis en el Edomex
Posteado por Mario Manterola a las 9:03 p.m.
Etiquetas: DiarioBasta, Periodismo, Uts
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario