martes, 6 de septiembre de 2011

Donde se dan los hombres

Según la Ley Agraria de la delegación Milpa Alta, todo aquel que llegue a una reunión donde los asistentes ya estén bien pedos, tiene por obligación apurarse a beber para alcanzarlos y estar al parejo, con el fin de evitar desacuerdos y posibles discusiones que puedan derivar en enfrentamientos violentos, ya que en esa zona rural del Distrito Federal aún se acostumbra echar bala por mera recreación.

Lo anterior explicaría por qué, de acuerdo al INEGI, esa demarcación es la que tiene el índice más alto de escuadrones de la muerte de todo el país, incluso por encima de históricos productores de bebidas embriagantes como Oaxaca, ya que en ella hay por lo menos dos grupos de borrachines callejeros con presencia las 24 horas en cada manzana.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Cambridge, realizado en conjunto con la Sorbona de París y el campus Huipulco del Instituto Cultural Icel (donde no te la crees), el volumen normal de alcohol en la sangre de un milpanense es de 0.8 grados en estado sobrio, aún cuando el máximo permitido por las autoridades capitalinas es de sólo 0.4 por ciento.

Esta situación se agudiza entre los pobladores de Santa Ana Tlacotenco, en donde por costumbre un niño es destetado a las dos semanas de nacido para que comience a tomar pulque en vez de leche.

¡Órales!

1 comentario:

Arevalo dijo...

Es alarmante, pero son "usos y costumbres" que no pueden cambiar fácilmente...Con el tiempo y un ganchito, tal vez.