En lo más alto del edificio ubicado en el cruce de Madero e Isabel la Católica, una multitud reía tímidamente al escuchar las frases surgidas de un texto autobiográfico que escribió Carlos Monsiváis hace 10 mil años en voz de la antropóloga Marta Lamas, mientras yo ponía mi cara de estúpido (la única que tengo) ante mi incapacidad de descifrar cuál era el chiste en ese conjunto de palabras ininteligibles para la mente de un lector entrenado con las páginas del Capulinita.
Durante las horas en las que una larga fila de personas desfilaron ante los micrófonos del Instituto Mexicano de la Radio para compartir frases, poemas, extractos y artículos enteros de aquel a quien Luis González de Alba llamaba “el gran murmurador”, yo sólo pude pensar en las demasiadas veces que intenté leer un texto completo de Monsiváis y la frustración que sentí al no acabar ninguno a causa de su atropellada prosa y retorcida sintaxis.
En el homenaje rendido a un año de su muerte (Elenita, ahí te hablan, no te hagas pendeja, ese cuerpo pide tierra), fue recurrente la incapacidad del autor por practicar o siquiera entender algún deporte. Lo que evidencia la estupidez de aquellos que lo entrevistaban para preguntarle de futbol… o de cualquier cosa, porque con esa misma pedorrosa forma de articular por escrito el español, lo hacía también al hablarlo.
¡Uts!
martes, 21 de junio de 2011
No te supe leer
Posteado por Mario Manterola a las 4:43 p.m.
Etiquetas: DiarioBasta, Efemérides, Literatura, Nacos, Periodismo, Uts
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