Aprovechando el Paseo Ciclista Dominical, saqué la tarjeta de la Ecobici para arribar más pronto a la mentada Marcha de las Putas, en la que básicamente la sociedad protestó contra la sociedad misma. Puse la mochila en la canastilla para evitar que la espalda me sudara como frente de chofer de pesero, ajusté la altura del asiento, dejé en tres la velocidad del vehículo y enfilé el camino hacia la glorieta de la Palma.
Y ahí iba yo, partiendo el aire con el copete de mi nuevo corte de cabello por delante, pedaleando fúrico entre la multitud sobre ruedas en los carriles centrales de Reforma, repartiendo sonrisas que provocaban desmayos entre las chicas de top y pants pegadito, cuando una imagen en un puesto de revistas me hizo amarrarme como patrulla de judicial llegando a una taquería.
Se trataba de la portada de un periódico en la que se mostraba que un día antes se había llevado a cabo una manifestación de encuerados en bicicleta, en la cual eran empleadas muchas Ecobicis como la que estaba montando yo.
Al caer en cuenta de que ese asiento muy probablemente estuvo debajo de un escroto peludo y un culo apestoso, adornado por un par de nalgas desnudas y estriadas, decidí abandonar la misión e irme a pie. ¡Y que agradezcan que no me guacarié en ese preciso lugar!
¡Chá!
martes, 14 de junio de 2011
Ecobici con caca
Posteado por Mario Manterola a las 9:14 p.m.
Etiquetas: DiarioBasta, L'otrodía, Nalgas, Periodismo, Uts
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario